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Miembros de la fuerza pública de Colombia rescataron a un niño indígena de dos años que había sido secuestrado por disidentes de la disuelta guerrilla FARC en el noreste del país suramericano, informó este sábado el ejército.

El menor, hijo de integrantes del grupo armado que operaban en el departamento de Arauca, cerca de la frontera con Venezuela, había sido raptado 'como prenda de garantía' para obligar a sus padres a permanecer en las filas de la disidencia, indicó la institución en un comunicado.

Sin embargo, tras desmovilizarse, estos manifestaron que 'el niño había sido arrebatado de sus brazos el pasado 26 de abril', lo que permitió que una fuerza coordinada entre fiscales, militares y policías investigara el caso y diera con su paradero en un inmueble del municipio de Arauquita.

El bebé fue puesto inicialmente a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, que brinda atención a los menores vulnerables en el país. Una mujer fue capturada durante el operativo.

En Arauca, departamento petrolero por dónde salen cargamentos de droga y contrabando hacia Venezuela, opera el Ejército de Liberación Nacional (ELN), última guerrilla activa reconocida en Colombia, además de disidentes de las FARC que no se acogieron al pacto de paz firmado en noviembre de 2016.

Sin un mando unificado, los disidentes de las FARC cuentan con unos 2.300 combatientes distribuidos en varios frentes y se financian principalmente con las rentas del narcotráfico y la minería ilegal, según inteligencia militar.