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Luego de concerse la decicisión de alias Guacho de suspender la entrega de los cuerpos de los tres periodistas secuestrados y asesinados en Colombia, el gobierno ecuatoriano dio un ultimátum a ese grupo delincuencial. 

'Damos 10 días para que se nos entregue al Guacho. Que se entregue a la justicia o que caso contrario acompañe a nuestros queridos hermanos en su tránsito, pero por supuesto, con diferente dirección', señaló el presidente Lenín Moreno durante un pronunciamiento oficial. 

Así mismo, su homólogo en Colombia, Juan Manuel Santos, había advertido que el exmando guerrillero caerá 'vivo o muerto'.

Ecuador desplegó 550 uniformados entre militares y policías, y empleó helicópteros, un avión y tanques blindados, y ha tomado 'el control total' de Mataje, el poblado del lado ecuatoriano donde desaparecieron los tres periodistas.

En su pronunciamiento, el grupo disidente sostiene que los periodistas murieron en un 'asalto (militar) fallido', lo que es rechazado por los gobiernos. 

Según voceros oficiales, desde que se supo del secuestro se suspendieron las acciones militares ofensivas.

Cancelación de entrega de cuerpos

Rebeldes disidentes suspendieron este lunes la entrega de los tres cuerpos del equipo de prensa ecuatoriano que había sido secuestrado en la frontera con Colombia, escenario de una intensa cacería militar. 

El grupo que se adjudicó el asesinato en cautiverio de los dos periodistas y el chofer del diario El Comercio de Quito dio conocer su decisión al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), a través de un comunicado. 

Este suspenso profundiza aún más el drama que enfrentan las familias de Javier Ortega (32 años), Paúl Rivas (45) y Efraín Segarra (60) desde su secuestro el 26 de marzo en la frontera selvática con Colombia.

'Fracasaron en traerlos vivos, no podemos fracasar una segunda vez (...). El gobierno colombiano, el gobierno ecuatoriano sabrán lo que tienen que hacer, pero es responsabilidad de ellos' traer los cuerpos, dijo Ricardo Rivas, hermano de Paúl.