En una playa de la ciudad de Tumaco decenas de submarinos, torpedos y lanchas incautados a narcotraficantes forman un cementerio de navíos que revela la magnitud de la lucha contra las drogas que se libra a diario en las aguas del océano Pacífico.
Los narcotraficantes han utilizado todos los medios posibles para llevar droga de Suramérica a Estados Unidos y Europa, y en el caso de la costa pacífica, aprovechan las condiciones naturales de la región, donde abundan los estuarios en los que el nivel del agua sube y baja según la marea, para llenar con coca submarinos y otras embarcaciones.
'Han probado muchos métodos' que van desde los contenedores 'contaminados' en los puertos con alijos de cocaína hasta otros como torpedos llenos del alcaloide que se deslizan bajo el agua halados por embarcaciones que no despiertan ninguna sospecha, explica a Efe el segundo comandante de la Fuerza de Tarea contra el Narcotráfico No. 72 'Poseidón', coronel Rafael Olaya.
También utilizan barcos de pesca, embarcaciones medianas comerciales, lanchas rápidas 'Go Fast' o los semisumergibles, muchos de los cuales acaban convertidos en piezas de museo en una playa de la Estación de Guardacostas de Tumaco, localidad del suroeste de Colombia.
A simple vista parece un muelle normal, repleto de embarcaciones que esperan que la marea suba para zarpar, pero en realidad son navíos decomisados a narcotraficantes en alta mar, entre ellos varios submarinos de color azul construidos en astilleros clandestinos y con capacidad para transportar una tripulación de tres o cuatro personas y varias toneladas de cocaína.
'Al utilizar los semisumergibles lo que están es tratando de disminuir la marca que (los navíos) puedan dar a los sistemas de control y obviamente están asumiendo un riesgo porque estas son embarcaciones no convencionales que revisten un peligro para la navegación', dijo el oficial.
Según datos del Ministerio de Defensa, el año pasado las autoridades incautaron casi 380 toneladas de cocaína en Colombia, y de ese total, 122 toneladas fueron decomisadas por la Fuerza Naval del Pacífico, explica el coronel Olaya.
'En lo corrido del año no hemos superado los tres meses y ya llegamos a las 5 toneladas pasadas de incautación en esta área', añade.