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Velas blancas escribiendo con sus llamas la palabra justicia, flores del bien enmarcando una placa con el nombre de Luis Andrés Colmenares y carteles que rezaban 'un país está indignado' y 'un país llora la impunidad', vieron reunirse ayer en torno a ellos en el parque El Virrey a más de un centenar de personas para conmemorar los tres años de la extraña muerte del joven guajiro.

El padre, Luis Alonso Colmenares, en medio de la manifestación le dijo a EL HERALDO que a pesar de estos tres largos años 'tengo confianza en que aquí va a haber verdad y justicia'.

Así mismo, advirtió que en el caso judicial 'no están todos los que son', porque la Fiscalía ha seguido investigando y tiene muchos más elementos para vincular a más personas.

Acerca del apoyo que ha recibido de los colombianos, como el expresado precisamente ayer, dijo que si no hubiera sido por toda la solidaridad de la gente, no sabe si podría hablar ante un medio de comunicación, porque 'toda esta energía que nos transmiten es lo que nos permite estar a pesar de un dolor infinito'.

Durante la marcha, la fiscal cuarta delegada ante la Corte Suprema, Martha Lucía Zamora, ratificó lo dicho por el padre de la víctima. Aunque no dio fechas, habló de vincular al caso a otras personas que habrían participado en los hechos registrados el 31 de octubre de 2010.

Lo que sí dejó claro es que las investigaciones por la muerte de Luis Andrés Colmenares continúan.

Gustavo Trejos, padre del joven grafitero Diego Felipe Becerra, aparentemente asesinado por la Policía, también participó de la marcha. 'Estamos acá con los Colmenares como una muestra de apoyo a las víctimas en nuestro país que son asesinadas y los victimarios quieren burlarse de la justicia'.

Añadió que a los dos casos los une el hecho de que las familias de los jóvenes luchan contra unos poderes muy fuertes en el país, 'uno contra familias adineradas y con relaciones con el Gobierno, y en el otro contra la Policía'.

Una de las centenares de personas manifestándose en el parque era Iraida González Torres, quien con sus 99 años y sus atuendos wayuu no falla a ninguna audiencia: 'yo me considero bisabuela de Luis Andrés y no me cansaré nunca de asistir a las audiencias hasta que se terminen, porque en Villanueva amamos a todos nuestros habitantes'.

Sobre la hipótesis de que el estudiante pudo ser arrastrado por las aguas del caño hasta producirle todas las heridas y finalmente la muerte, concluyó: 'ahí en ese caño no se mueve ni el pensamiento'.