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Una verdadera tragedia ocurrió el pasado jueves 12 de febrero en Chiapas, México. Tres menores de edad murieron luego de consumir pan envenenado, dejado para los perros callejeros de la zona.

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El hecho se registró en la comunidad de San Cayetano, en el municipio del Bosque. Según los vecinos y su explicación a la Fiscalía General del Estado, entre ellos habían llegado a un acuerdo para poner el pan “estratégicamente” en un sitio con la finalidad de que los perros callejeros los consumieran y murieran, porque estos estaban representando “un peligro para la salud pública”.

De acuerdo a los habitantes, los panes estaban en un vertedero de la comunidad en el exterior. Al parecer, los niños compraron golosinas y luego se dirigieron al vertedero, en donde encontraron los panes y decidieron comerlos.

Los niños regresaron a sus casas, donde empezaron a mostrar síntomas relacionados con envenenamiento como malestar general y espuma en la boca.

Eduardo Ramírez, gobernador constitucional del Estado de Chiapas, compartió un mensaje en su cuenta de X, lamentando la muerte de los menores de edad, e informando que la posible causa de la muerte fue por ingesta de veneno.

Agregó el gobernador que “la Fiscalía General del Estado ha tomado cartas en el asunto para determinar cuáles fueron las causas exactas de este lamentable suceso”.

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Según medios mexicanos, es la segunda vez que se registra un caso de envenenamiento en la comunidad de San Cayetano, pues hace cinco meses también se puso panes con veneno para tratar de que lo consumieran los perros callejeros.

Esta práctica tiene en alerta a las autoridades locales y está siendo investigada.