En el informe número 43 sobre la situación del brote de mpox (enfermedad antes conocida como viruela símica), la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó este martes 10 de diciembre que el riesgo general para la salud pública de la nueva variante clado Ib es alto.
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La variante clado Ib puede contagiarse fácilmente con un contacto estrecho entre dos individuos, sin que sea necesario un contacto sexual, y está considerada más peligrosa que la de 2022, que en su momento dio origen a otra alerta similar, levantada en mayo pasado tras contenerse su propagación y considerarse que la situación estaba bajo control.
El virus del mpox puede provocar síntomas como inflamación de los ganglios y erupciones cutáneas dolorosas o con picor, entre ellas granos o ampollas.
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En agosto pasado el director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) por el brote de mpox en la República Democrática del Congo y en un número creciente de países de África.
Sobre el posible origen de la enfermedad, que ha causado decenas de muertos en la República Democrática del Congo, la OMS informó la semana pasada que está barajando distntas causas, entre esas un patógeno respiratorio similar a los virus de la gripe o el covid-19.
También se analizan otras posibilidades como malaria o sarampión, según explicó la Organización Mundial de la Salud (OMS). ”Compartiremos más información sobre los esfuerzos encaminados a identificar la enfermedad lo antes posible”, señaló un comunicado de la agencia sanitaria de Naciones Unidas.
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La OMS indicó que desde finales de noviembre responsables locales de la organización han prestado apoyo a las autoridades sanitarias de la zona afectada, y a ellos se van a unir próximamente otros expertos.
Este nuevo contingente “apoyará a las autoridades sanitarias de la RDC a proseguir las investigaciones sobre la causa de la enfermedad”, indicó el comunicado de la OMS.
Según el Ministerio de Salud Pública congolés, se han reportado 394 casos sospechosos, 30 de ellos mortales, en la localidad de Panzi, epicentro de la enfermedad, situada en la provincia suroccidental de Kwango y a unos 700 kilómetros al sureste de la capital de la RDC, Kinshasa.