Una mujer de Florida, Sarah Boone, fue sentenciada este lunes a cadena perpetua tras ser declarada culpable del asesinato en segundo grado de su pareja, Jorge Torres, quien murió asfixiado en 2020 después de ser encerrado en una maleta en su hogar en Winter Park, un suburbio de Orlando. La sentencia fue dictada por el juez de circuito Michael Kraynick.
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El caso, que ha capturado la atención pública, se centró en los detalles presentados durante el juicio, incluidos videos obtenidos de un teléfono móvil. Boone, de 47 años, alegó inicialmente que el encierro de Torres en la maleta fue parte de un juego mientras ambos consumían alcohol. Sin embargo, las pruebas revelaron un acto premeditado y cruel.
Según el informe de arresto, los investigadores encontraron videos en el teléfono de Boone en los que se escuchaba a Torres suplicando por su vida, gritando que no podía respirar y pidiendo que lo liberaran. En respuesta, Boone se burló de él, diciendo: “Sí, eso es lo que haces cuando me ahorcas”. Las imágenes mostraban claramente la desesperación de Torres, quien llamaba repetidamente por el nombre de su pareja mientras intentaba liberarse del confinamiento.
El asesinato ocurrió la noche del 23 de febrero de 2020. Boone afirmó que Torres, quien pesaba 47 kilogramos, se metió por voluntad propia en la maleta, y que ella la cerró accidentalmente antes de irse a dormir. Sin embargo, el informe forense concluyó que la causa de muerte fue asfixia, ya que Torres no tenía espacio suficiente para respirar dentro de la maleta. Además, los expertos destacaron que el material de la maleta dificultaba cualquier intento de escape.
Las pruebas de video y los testimonios desmintieron la versión inicial de Boone. Durante el juicio, la fiscalía reveló que la mujer no solo ignoró las súplicas de su pareja, sino que también lo golpeó con un bate de béisbol después de haberlo dejado encerrado. Aunque esta última acción no fue grabada, los detalles presentados fueron suficientes para que el jurado la encontrara culpable de asesinato en segundo grado.
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Boone rechazó un acuerdo de culpabilidad que le habría reducido la sentencia a 15 años, y en su defensa, alegó que su conducta fue el resultado de abusos previos por parte de Torres. En la audiencia final, pidió perdón por sus acciones y expresó su arrepentimiento: “Nunca dejé de amarlo. Perdóname, Jorge”.
La hermana de Torres, Victoria, expresó su dolor en el tribunal, calificando la acción de Boone como un acto de “terror”. La sentencia, que no contempla la posibilidad de libertad condicional, cierra un capítulo trágico para la familia de Torres, que ahora enfrenta la pérdida irreversible de su ser querido.
