Abusos en las relaciones de poder, acoso entre compañeros de trabajo, acercamientos con exceso de confianza y manipulación para silenciar comportamientos indebidos son algunas de las situaciones que se presentan en ciertos espacios laborales.
El miedo de las víctimas a ser despedidas de su cargo es uno de los factores que impide denunciar estos hechos ante el debido conducto regular de las empresas.
En Colombia han incrementado las cifras de mujeres víctimas de la violencia de género en sus diferentes manifestaciones y se extiende en América Latina, según Jineth Bedoya, directora de la campaña ‘#NoEsHoraDeCallar’ y moderadora del lanzamiento virtual de ELSA, Espacios Laborales sin Acoso Sexual.
Como propuesta para hacerle frente a este flagelo que abarca varios tipos de violencia, GenderLab, organización que utiliza la tecnología para cerrar la brecha de género en el trabajo, está construyendo ELSA, un proyecto innovador, en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Vicepresidencia de la República, la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, la campaña ‘#NoEsHoraDeCallar’, las cámaras de comercio, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) y las empresas privadas.
Esta iniciativa, basada en inteligencia artificial, incitará a las empresas a implementar mecanismos internos para la prevención del acoso sexual laboral. Durante el mes en curso se realizará un plan piloto con cuatro empresas colombianas. Su implementación iniciará en el año 2021 en Colombia, Bolivia y Perú.
En el encuentro, la consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer, Gheidy Gallo, señaló que 'estamos viviendo la Cuarta Revolución Industrial, por lo que las herramientas digitales se convierten en un buen aliado'.
Gallo afirmó que 'el acoso sexual laboral es una forma muy común de violencia, y tiene un impacto psicológico sobre las mujeres. La mayoría de ellas renuncian a su trabajo por este tipo de acoso'.
'El impacto en materia económica ha sido mucho más profundo en las mujeres en la pandemia', dijo la consejera presidencial. En Colombia, y según cifras oficiales de la Fiscalía General de la Nación, las mujeres son mayoritariamente las víctimas de acoso sexual. Entre 2008 y 2020, de un total de 16.307 víctimas registradas de ese delito, el 84% (13.711) son mujeres.
La funcionaria destacó la importancia de la innovación para crear estrategias que ayuden a identificar soluciones y rutas de trabajo que aborden el tema de la prevención.
De acuerdo con Marlene Molero, cofundadora y CEO de GenderLab, en un estudio realizado por la compañía se descubrió que 2 de cada 10 mujeres denuncian mediante los mecanismos internos de las organizaciones. 'Dentro de las empresas no hay reglas, ni se explica el debido proceso', dijo.
'Con ELSA, a través del uso de algoritmos e inteligencia artificial, se hará un análisis en las empresas de cómo es el tema del acoso laboral bajo unas encuestas y la debida confidencialidad para darle seguridad a la gente sobre la transparencia de la estrategia', añadió Molero.
La organización también encontró que en las empresas donde las mujeres tienen posiciones de liderazgo, la tasa de acoso sexual laboral es muy baja en comparación con otras donde jerárquicamente lidera un hombre.
'Hay mitos que llevan a la normalización del acoso (...) Si decidimos ver este fenómeno podemos ayudar a mejorar la cultura empresarial basada en el respeto y la seguridad, pero si lo ignoramos seguiremos cargando con el peso que significa para las víctimas y la organización', apuntó la CEO de GenderLab.
Tecnología al servicio de la igualdad
Por su parte, Lud Mila Maldonado, jefe de control disciplinario del Departamento Administrativo de Presidencia de la República (Dapre), explicó que 'aquellas personas que cometan este tipo de conductas tendrán sanciones ejemplarizadoras'. Como entidad del Estado, el Dapre tiene la tarea de garantizar la seguridad de las mujeres, sin subestimar que estas conductas pueden presentarse tanto de hombres hacia mujeres y viceversa.
En el Código Penal está establecido el delito del acoso sexual. 'A este tipo de acciones, si se cometen en el lugar de trabajo, se le dará aplicación al protocolo que tenemos y se investigará disciplinariamente', advirtió Maldonado. La sanción da lugar a una destitución e inhabilidad de 10 a 20 años para ejercer cargos públicos a aquellas personas que actúen de esta manera.
Destaca que hay dos tipos de acosadores sexuales: público y privado. El primero arremete contra su víctima sin importar las consecuencias que esto le pueda traer, y el último lo hace sin que las personas de su entorno laboral se percaten de la situación porque es consciente de lo que podría pasar.
Ana María Fergusson, gerente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), enfatizó que 'si este tipo de acciones no se eliminan, esta puede ser una barrera que impide que las mujeres tengan un buen desarrollo en el mercado laboral formal'.
El 70.5% de las empresas que trabajan con esta asociación tiene políticas de prevención y atención contra el acoso laboral.
'Cuando una empleada es vinculada a una compañía, es deber de la entidad hacer saber desde el primer momento que existen estos protocolos ante el acoso laboral y que de manera continua se les refuercen estos mecanismos de protección', apuntó Fergusson.
La sensibilización es importante para la líder. 'Las capacitaciones deberían ser obligatorias para hacer una evaluación si la gente está comprendiendo lo que esto implica y cómo se presentan. Para todos no es claro cómo se pueden manifestar estas conductas', indicó la gerente de ANDI.
Según un estudio del Ministerio de Trabajo sobre los retos de la conciliación de la vida personal, familiar y laboral en el marco de la Covid-19, 'para muchas empresas el teletrabajo ha significado también acoso por parte de sus jefes, y aunque no es presencial los medios digitales también se pueden prestar para ello', añadió Fergusson.
Un reflejo en EE. UU.
Andrew Morrison, asesor principal del BID, señaló que el acoso sexual laboral 'es un problema serio en Colombia y en muchos países, pero hay motivos de esperanza, las normas sociales están empezando a cambiar'.
De acuerdo con el experto, 'el acoso sexual en el trabajo no es solo un tema de mujeres, sino también de desempeño empresarial'. Un estudio reciente en Estados Unidos reveló que las empresas con mayores niveles de acoso sexual tuvieron una tasa de rendimiento entre el 8 y 21% menor que las empresas donde se ve a menor escala este fenómeno'.