Mientras Europa, la abanderada de las políticas 'verdes', eleva de nuevo sus metas en la reducción de emisiones de CO2, y China, principal contaminante, ya da 'pasos' para la descarbonización, la acción climática mundial mira ahora de reojo el pulso electoral en EEUU.
Si el candidato demócrata, Joe Biden, gana finalmente las próximas elecciones en EEUU frente al republicano Donald Trump, el 3 de noviembre, el posible cambio en la acción climática del país sería 'significativo', dice a Efe la responsable de Energía y Clima en España de la organización ecologista WWF, Mar Asunción.
'Biden comprende la ciencia que hay detrás del cambio climático y las inminentes amenazas a la economía y la población de EEUU que se derivan de él'.
Los demócratas parecen ser 'muy conscientes del coste de no hacer nada y del precio humano y económicos si se retrasa más la acción climática', explica por su parte, Nina Lagron, en un artículo de la gestora de fondos de inversión Française AM a la que representa la experta.
El deseo del candidato demócrata es volver a unirse al Acuerdo climático de París y liderar el mundo en la reducción de las emisiones de CO2, añade Lagron.
Estados Unidos, el segundo país más contaminante, abandonó un día después de los comicios presidenciales dicho acuerdo climático, firmado en 2015 como referencia mundial del compromiso de los países para aumentar la reducción de las emisiones de CO2 frente al calentamiento global.
La decisión de retirarse del mismo la ratificó ya hace un año el presidente Donald Trump, en defensa de la industria del país, tras haberla anunciado poco después de llegar a la Casa Blanca, pero ahora se hará efectiva.
Si las cosas cambiaran y 'EEUU volviera a tomar la delantera en la reducción de CO2, enviaría una importante señal a todos los países que aún están indecisos o que están retrasando sus esfuerzos para cumplir con el Acuerdo de París', precisa Lagron.
El impacto climático es evidente: sequías, desertificación, megaincendios, como los que han arrasado precisamente Estados Unidos este verano, y fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos que inundan territorios costeros.
Asimismo, el deshielo de los polos por el calentamiento global elevará el nivel del mar y anegará territorios, especialmente los más vulnerables sin infraestructuras capaces de resistir los embates del mar que obligarán cada vez más a miles de personas a abandonar sus territorios, según las evidencias científicas.