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Rosamira Guillen es directora de la fundación Proyecto Tití. En el 2017 recibió un reconocimiento por National Geographic gracias a su trabajo por la preservación de la fauna silvestre, más específicamente por el tití cabeciblanco o el tití Tamarín Cabeza de Algodón, una especie que habita en el Atlántico y está en peligro de extinción por el comercio ilegal y la deforestación.

Durante el día de la tierra NatGeo emitió un especial televisivo resaltando la labor de aquellos que con su trabajo, buscan salvaguardar distintas especies en peligro. El producto audiovisual de Guillén fue uno de los seleccionados por el canal, llegando a ser visible hasta países de Oriente Medio y ser traducido al árabe.

La ambientalista dio a conocer en una entrevista para EL HERALDO que este tipo de reconocimientos ha sido como un trampolín en medio de su trayectoria y que gracias a esta oportunidad, ha podido realizar - junto a su equipo de más de 20 personas - otras iniciativas como capacitaciones en escuelas y alianzas para el cuidado del bosque seco tropical. Además expresó que se siente muy a gusto porque su trabajo ha sido visible en otras partes del mundo.

'He podido asistir a distintos eventos que ellos (NatGeo) han realizado. En ese tipo de encuentros se muestran temas en torno a la producción, el trabajo por el medio ambiente y es un escenario perfecto para participar y dar a conocer los proyectos que se están realizando'.

Efecto de la pandemia. Ante la emergencia por el coronavirus, Guillén manifiesta que algunas iniciativas de su fundación tuvieron que ser suspendidas. Entre esas los recorridos que habitualmente se llevaban a cabo con los niños en los bosques, donde se les enseña sobre el tití y las visitas a las comunidades. También señala que ha tenido que ser muy recursiva ante los gastos y hacer cortes presupuéstales. 'Ha sido un impacto fuerte porque los programas comunitarios que son productivos para la gente depende de las ventas. Sin embargo hemos tratado de brindarles ayudas en medio de la pandemia'.

Respecto a la especie de monos, Rosamira señala que procuran mantener las visitas con la ayuda de las autoridades, y por medio de esto hacerles un seguimiento. También ha procurado mantener el presupuesto para una siembra de árboles programada para este año. 'Hemos podido seguir adelante junto con el equipo. Entre colegas relacionamos esta situación con la capacidad de adaptación de los animales, concluyendo que como ellos, también tenemos adaptarnos'.

Por último expresó que como muchas otras fundaciones sin ánimo de lucro buscan la manera de reinventarse. 'Tratamos de ser creativos para no dejar a un lado la labor que por años hemos realizado'.