La morfología del ratón está cambiando como resultado del cambio climático y algunas especies se desplazan más al norte, con inviernos más suaves, según un estudio de la Universidad McGill publicado el lunes.
'Los inviernos más suaves son los causantes de los cambios morfológicos que han ocurrido durante los últimos cincuenta años con dos especies de ratones del sur de Quebec, un típico ejemplo de las consecuencias del cambio climático en los pequeños mamíferos', escribió en el estudio la bióloga Virginia Millien.
La investigación se centró durante diez años en dos especies comunes del este de América del Norte, el ratón ciervo y el ratón de patas blancas.
Con inviernos menos rigurosos en promedio, el ratón de patas blancas emigró más al norte 'a un ritmo de aproximadamente 11 kilómetros por año', según el estudio de McGill.
Hace casi medio siglo, nueve de cada diez ratones capturados en una reserva propiedad de McGill en Mont Saint-Hilaire, a 40 km al este de Montreal, eran ratones ciervos.
Esta proporción es ahora una ventaja para los ratones de patas blancas con su ascenso hacia el norte.
'Según la teoría de la evolución, el cambio climático puede producir cambios morfológicos, pero tenemos hasta ahora muy poca evidencia que demuestra el fenómeno en los mamíferos', dijo Virginie Millien.
Comparando los datos de 10 años con muestras conservadas desde la década de 1950, el equipo de investigación encontró que 'la morfología del cráneo de ambas especies de ratones ha evolucionado con el tiempo'.
Los cambios observados son similares en ambas especies, pero más pronunciados en el ratón de patas blancas, y la morfología del cráneo es ahora más diferente entre las dos especies, con un cráneo ligeramente más alargado.
El estudio también muestra la retracción de los molares en la mandíbula 'que podría deberse a los cambios en los hábitos de alimentación causados por el calentamiento global y por la competencia entre las dos especies de ratones por la comida'.
Esta modificación de la estructura dental 'podría indicar que estos mamíferos consumen otro tipo de alimento que tienen que triturar con sus dientes', dijeron los investigadores.
'Falta determinar si estos cambios son de origen genético y se transmitirán a las generaciones futuras', agrega el estudio.
Las transformaciones físicas 'son significativas', insiste Virginie Millien porque 'estamos hablando de huesos y dientes, las estructuras sólidas difícilmente maleables'.