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Como 'un acto de amor' o solo de 'responsabilidad' en la tenencia de mascotas, definen los profesionales en salud animal el proceso de esterilización.

Más que un procedimiento quirúrgico donde se frena la reproducción del animal, es una acción voluntaria por parte de los propietarios de las mascotas que reduce el desarrollo de enfermedades a largo plazo, ayuda en la conducta del animal y mejora su calidad de vida.

En qué consiste

Ricardo Loaiza Novoa, médico veterinario del Grupo Bios, explica que el proceso quirúrgico al que deben someterse las mascotas para ser esterilizadas cada vez es más sencillo, fácil de hacer y además tiene pocos riesgos.

'Sí es una cirugía, pero es ambulatoria. El procedimiento que debe ser practicado por un veterinario certificado, consiste en retirar parcial o totalmente las gónadas o tracto reproductor. Es un procedimiento muy sencillo y fácil de hacer. En hembras se denomina ovariohisterectomía y en machos se denomina castración', dice Loaiza.

El procedimiento, además de 'finalizar los procesos de creación de espermatozoides en machos, reduce la aparición de futuras enfermedades como cáncer'.

En el caso de los machos, la cirugía, según explica David Quintana Barrera, médico veterinario ULS, especialista en medicina interna de pequeñas especies ULS y coordinador de asuntos médicos veterinarios Heel, debe realizarse 'cuando ya hay un crecimiento o desarrollo físico y comportamental oportuno', que es más o menos entre los 10 y 11 meses de edad.

'A veces para algunos problemas que se presentan en los machos como la hiperactividad, y agresividad, la castración resulta ser una alternativa, pues baja la actividad debido a que se reduce la testosterona que es la encargada de todos estos problemas comportamentales'.

Puntos a favor

En felinos, la vida reproductiva resulta ser muy diferente a la de los perros. El instinto de los gatos incluye la agresión con otros para poder aparearse con la hembra y esto desencadena múltiples heridas y enfermedades de trasmisión sexual.

'El engranaje hormonal se reduce, por lo que esto hace que si el animal tenía problemas de comportamiento, se vuelva un poco más dócil. En los gatos evitamos las cornisas a las que se ven enfrentados para poder buscar su pareja de apareamiento, esto evita heridas graves', dice Loaiza.

Por su parte, Quintana, quien está a favor del proceso de esterilización, sostiene que son muchas las enfermedades que se pueden evitar o reducir el riesgo.

'Para los quistes prostáticos, el cáncer en glándulas mamarias, de cuello uterino, de pene y algunas otras enfermedades, el tratamiento es la esterilización', de la misma manera, 'se reduce el riesgo por infecciones de contacto sexual, porque se les quita la libido y no buscan a las hembras para aparearse. Esto aumenta la calidad de vida'.

Puntos en contra

Destaca Loaiza que en la esterilización existen riesgos normales como en cualquier cirugía por la utilización de fármacos y anestésicos para el procedimiento, pero 'esto depende más que cualquier cosa del estado general de la mascota'. Asimismo, la obesidad es otro de los factores que puede desarrollarse luego de la castración.

Mitos. Una de las múltiples creencias cotidianas que minimizan los índices de esterilización en la sociedad, es la falsa información en cuanto a la salud de la mascota.

'Muchas personas creen que la esterilización debe realizarse luego de un primer parto. Lo que resulta ser falso. Se recomienda esperar uno o dos primeros celos, porque se le da tiempo al organismo y al desarrollo del proceso hormonal.

Recomendaciones

Una de las recomendaciones en las que más se enfocan algunos profesionales es en la no realización de la cirugía durante el celo de la mascota, porque 'aumenta el sangrado' y con ello el riesgo de su vida.

'Cuando la mascota está en celo todas las estructuras están más grandes por el proceso hormonal que pasa la hembra, es por eso que una de las principales recomendaciones es hacer el procedimiento antes o alrededor de unos 20 días posterior a esto', coinciden los veterinarios.