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El polémico hotel Bejamín de Taganga, usado para fiestas sexuales, según las autoridades, podría convertirse en un centro cultural para el servicio de los habitantes del Distrito de Santa Marta.

El secretario de Seguridad, Camilo George, explicó que iniciaron los trámites para que la Sociedad de Activos Especiales deje el inmueble en poder de la ciudad.

'Según la Ley debería ser Fontur, pero desde la ciudad estamos haciendo gestiones para que nos dejen la infraestructura, no para demoler, sino para montar un centro cultural o educativo, o en su defecto donde puedan hospedaje los refuerzos que llegan de la Policía Nacional.

El predio, que se encuentra en proceso de extinción de dominio, era propiedad del israelí Assi Moosh, quien fue detenido por investigadores de la Dijín, en coordinación con la Interpol, en Lisboa (Portugal).

El extranjero, expulsado del país a finales de noviembre de 2017, tenía desde julio de 2018 una orden de captura y una circular azul de Interpol para su ubicación, también era dueño de sedes hoteleras y turísticas similares a la Taganga en Cartagena, Bogotá, Medellín, Ecuador, Brasil y México.

Moosh construyó el emporio hace 7 años, en una casa lote de un taganguero que había perdido la propiedad con una entidad bancaria. 'El edificio que iba a construir era de dos pisos, pero él le hizo tres', dijo un habitante que pidió reserva de la identidad.

El hotel se convirtió en un búnker, el cual era el hospedaje de los compatriotas de Moosh, muchos de ellos militares que llegaban de vacaciones.