La reciente construcción de una cancha sintética para microfútbol, una zona recreativa y un parque biosaludable, a un costo de $350 millones, divide la opinión de los 10.000 habitantes del corregimiento de Tasajera. Mientras hay quienes dicen que la obra –entregada el viernes pasado– 'es un paliativo a las necesidades', otros afirman que 'se pudo invertir en algo más necesario'.
Uno de los que asume este último argumento es el líder cívico Ramón Esmeral, quien manifiesta que 'además de ser mucha plata para una obra pequeña, pudo hacerse algo más productivo'.
'Comprar transformadores, mejorar el servicio de recolección de basuras o capacitar a la comunidad en educación ambiental y especialmente en el manejo de residuos, creo que es más fundamental', precisó.
Dijo haberse enterado del valor del proyecto porque EL HERALDO se lo informó, pues de eso 'ni idea tenía'. 'Es que aquí en ninguna construcción colocan vallas informando sobre costo, contratista y fecha de entrega', añadió.
Jairo López, uno de los pocos habitantes de la comarca para quien la pesca no es el sustento, fue menos vehemente que Esmeral y anotó que: 'está muy bonito todo, pero no era lo que se quería'.
La otra cara de la moneda la mostró Rafael Manzano, quien aseveró que '¡por lo menos tenemos algo nuevo!'.
Recordó que el viernes por la noche (cuando la obra fue entregada), desde los diferentes rincones de la población, niños y adultos se dieron cita para recibirla. Manifestó que fue ejecutada a solicitud de la comunidad bajo el entendido de que evitaría el ocio y el vicio, y estimularía en los niños y adolescentes el amor por el deporte y el ejercicio físico.
A partir de ese momento para los tasajerenses, la calle 3 entre carreras 7 y 8, del barrio Centro, se convirtió en el punto de encuentro, en el sitio más adecuado para olvidar por instantes las penurias.
'Esta obra es un paliativo; por lo menos nos lleva a atenuar nuestras necesidades', recalcó Maura Orozco, para quien desde ese viernes se le ha hecho rutina tomar de la mano a sus nietos Logan, Luis y Karina, y llevarlos al multicolor parque.
La obra
El alcalde (e) del municipio, Julio Valera, explicó que la obra tuvo un costo de $350 millones y es parte de un conjunto de canchas que se construyen y que abarca dos más, en los corregimientos de Tierra Nueva (sector de Isla de Casaquita) y en la Isla del Rosario. Ya en Palmira (corregimiento que colinda con Tasajera), el año pasado, habían puesto en funcionamiento una de estas infraestructuras.
'Hacen parte del Plan de Desarrollo, el cual tiene contemplado dejar buenos escenarios deportivos al municipio, toda vez que no cuenta con ellos', indicó el mandatario interino.
La cancha y los parques en Tasajera fueron construidos con recursos propios del ente territorial, provenientes de los dineros percibidos por transporte al gas (Promigas), que ascienden a $700 millones anuales y de las transferencias del Gobierno Nacional o Sistema General de Participación, SGP, por cuantía de $1.073 millones.
La contratación se hizo por vía directa, siendo favorecida la Asociación Regional de Municipios del Caribe, Aremca.
'La comunidad está contenta y eso nos alienta, pues no podemos desconocer que en esta población hay muchas necesidades', dijo Valera.
El funcionario manifestó que en la medida de lo posible en Tasajera se han hecho inversiones en los últimos dos años y mencionó la repotenciación de las redes eléctricas, la adecuación del mercado público, la construcción de un comedor escolar en el Instituido Educativo Rural de Tasajera, (Insederut)) y el adoquinamiento de varias calles, esta última ejecutada con recursos del Departamento para la Prosperidad Social, DPS.
Buscando recursos
Julio Valera, cuyo cargo en el equipo de gobierno del alcalde titular Wilfrido Ayala (hoy en vacaciones) es de Secretario de Hacienda, recalcó que los recursos que el municipio maneja son exiguos. 'El presupuesto, lastimosamente, es bastante reducido para un pueblo con tantas necesidades en todos los sectores', aseveró.
Añadió que 'tras las limitantes que se tienen en cuantía, están las restricciones que trae la norma, es decir, que un recurso no se pueda utilizar para cosa diferentes a lo asignado'.
Sin embargo, anotó que 'se han liberado gastos de funcionamiento para trasladarlo a inversión'.
Comentó que en los actuales momentos hay una pugna jurídica con la concesión Ruta del Sol II para obtener algunos dineros por impuesto de alumbrado público en el peaje. La discusión está dada porque la empresa se niega a cancelarlo alegando que no ejercen ninguna actividad que demande alumbrado público en el peaje.
'Se han hecho liquidaciones oficiales y las han refutado', dijo el alcalde encargado.
Indicó que de resultar favorable la solicitud estarían obteniendo alrededor de $60 o 70 millones por año, con lo cual se subsidiarían las luminarias del entorno al peaje, directamente las del corregimiento de Tasajera.
Por este concepto, es decir, alumbrado público, el recaudo es de $5 millones mensuales. Aquí la firma Dolmen funge como operador pero el recurso es depositado en una fiducia.