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Fortalecidos por la fe y convencidos de que algún día se hará justicia, los padres de los 33 niños que fallecieron el 18 de mayo del 2014 en Fundación, al incendiarse el bus en que se movilizaban, claman porque no haya olvido.

Ellos, que en sus rostros parecieran haber superado la crisis emocional por el fatal suceso, pero que en realidad es solo la muestra de una obligada resignación, llegaron bien temprano al monumento Ángeles de Luz, construido en homenaje a sus hijos y ubicado en el barrio Altamira, justamente en el sitio donde ocurrió el siniestro.

Llevaron flores rojas y blancas y nuevas fotografías de sus pequeños, las que colocaron en los portarretratos de madera recién pintados e hincados en el jardín, al pie del monumento.

Era la primera de las citas comprometidas en este día, pues las otras eran la escuela donde estudiaban los niños y el cementerio Ángeles de Luz, en donde están sepultados.

EN EL MONUMENTO

Los primeros en arribar al monumento fueron Fernando García y su mujer Luz Mary. Tenían en sus brazos a Marcos Isaac, el hijo que nació un año y medio después de la partida de su primogénita.

'Él nos devolvió la felicidad', dijo Fernando, un mototaxista y comerciante de gallinas ponedoras.

Manifestó que aunque han sentido algo de abandono, 'aquí estamos, en pie de lucha y unidos porque somos conscientes que lo que pasó fue un llamado de Dios'.

Los García repartieron prendedores con el nombre de su pequeña, uno de los cuales le fue colocado a Mari Luz Moreno, la trabajadora social, integrante del colectivo de abogados Indemnizaciones Paz, quien ha sido soporte de sus penas.

Poco después al monumento llegó David Terraza. '¡Nos han abandonado!', le dijo a este periodista al tiempo que arreglaba el área donde están las imágenes de sus hijos Yerinson y Sheryl Dayana.

Reclamó porque el cementerio donde están sepultados sus hijos genera inseguridad, y eso ha provocado que las visitas no sean tan constantes como hasta hace poco.

LAS QUEJAS

A las 8.30 a.m., los padres se dieron cita en la sede Antonio Nariño del IED Fundación, en donde estudiaban la mayoría de los niños. Allí asistieron a una misa oficiada por el padre Ricardo y al termino de la misma, en peregrinación, se trasladaron al monumento Ángeles de Luz donde depositaron ofrendas florales.

Las quejas por la ausencia estatal y el incumplimiento de algunos compromisos, no se hicieron esperar. 'Ha habido muchas promesas pero poca efectividad', afirmaron.

A las 4:00 p.m. la cita se cumplió una nueva eucaristía, esta vez en el sitio donde se incineró el bus con los niños adentro.

El inconformismo es evidente entre los familiares. 'El dolor lo tenemos intacto', afirmó Breidis Alfonso Rocha, el papá de Lucas y Bréiner José, de 4 y 8 años, respectivamente.

EL CAMPOSANTO

Los padres de los niños fallecidos pidieron a los medios de comunicación que divulgaran la preocupación que les asiste por la inseguridad reinante en el cementerio donde sus pequeños están sepultados.

Manifestaron que los atracos y robos han sido una constante, situación que los ha obligado a visitar a sus niños periódicamente.

El cementerio Ángeles de Luz, está ubicado en un área prácticamente rural, a 2.5 kilómetros del casco urbano de Fundación.

El camino está en mal estado y carece de vigilancia. 'A una persona que fue a llevarle flores a uno de sus hijos, le robaron la moto, pero además lo golpearon', reveló David Terrazas.

Los deudos saben que con el paso del tiempo la gente del común se olvidará de los niños y que llegará el momento en que los 18 de mayo de cada año sea para ellos una fecha más del calendario.

'No así para nosotros, porque el dolor o tenemos intacto', precisaron.