Después de 40 años, buses del servicio urbano volvieron a rodar este miércoles por pleno corazón del mercado público de Santa Marta, luego de que el Gobierno distrital liberara las calles invadidas de comerciantes. Las rutas Pantano y Ondas del Caribe entraron en servicio.
'El mercado sigue cambiando y con ello el buen vivir se consolida en esta zona', afirmó el alcalde Rafael Alejandro Martínez.
El director de la unidad de tránsito del Distrito, Ernesto Castro, manifestó que se está aprovechando la coyuntura de que las calles, especialmente la 9, han sido despejadas de las ventas informales para hacer rodar los buses y con ello, descongestionar el tráfico por la Avenida del Ferrocarril.
'Este es un gobierno comprometidos con los habitantes y su calidad de vida y esto se da cuando tenemos acceso al mercado por medio del transporte público', añadió el funcionario.
La primera buseta en atravesar el centro de abastos fue la conducida por Wilson Rafael Chamorro, que llevaba como itinerario Ondas del Caribe, Fundadores, Chimila, Avenida Libertador, Mercado, carrera 5, La 30, Pando, Parque, Líbano.
El conductor que rompió el ‘hechizo’ de cuatro décadas se mostró complacido con la nueva ruta y expresó que espera que se le dé publicidad para ganancia de todos, tanto transportadores como comerciantes.
Calles recuperadas
El alcalde Martínez dijo que para la administración distrital culminar procesos que empezó el exalcalde Carlos Caicedo, como es el caso concreto del mercado público, 'es dignificar la vida de todos los comerciantes que por años han trabajado bajo unas condiciones inapropiadas'.
Indicó que son más de 2.500 metros cuadrados, entre vías y andenes, los que se han recuperado, los cuales incluyen un tramo de la avenida del Ferrocarril entre el parque Sesquicentenario y la calle 11, donde cinco cuadras que estaban ocupadas por 48 vendedores hoy están despejadas para el tránsito de peatones y conductores.
Se anunció para los próximos días la inauguración oficial de la Galería Comercial, donde aún se continúan reubicando los vendedores informales de las calles que habían sido invadidas.