La zozobra y el miedo que han dejado emergencias como inundaciones, movimientos por remoción de masa y el colapso de viviendas en miles de familias del Atlántico ha hecho reflexionar a muchos de ellos e incluso han asegurado que, a pesar de haber construido sus viviendas con mucho esfuerzo y trabajo de años, están dispuestos a someterse a los procesos de reubicación.
Tal es el caso de Carmen Fontalvo Arias, habitante del barrio Puerto Amor, en el municipio de Sabanalarga, quien luego de haber sido sorprendida por el desbordamiento de un arroyo la noche del 12 de noviembre perdió todos sus enseres.
Posterior a la emergencia se realizó el censo y verificación del nivel de riesgo del barrio Puerto Amor, y según las autoridades se determinó que hace parte de los tres puntos críticos que deberían ser reubicados. Ante esto, Fontalvo Arias aseguró que lo primordial es la vida de su familia y si se llega a dar el proceso de reubicación y le garantizan su vivienda no dudaría en trasladarse hacia una zona segura.
'Cuando uno vive esos momentos de angustia no quiere volver a repetirlos. Yo soy madre cabeza de familia y tengo tres hijos, solo quiero que ellos estén bien y seguros, cuando el agua se metió a la casa no sabíamos por dónde salir o qué hacer. Es primera vez que sucede algo así y todos mis enseres se dañaron', dijo Carmen Fontalvo.