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Conjuntos, edificios y condominios son los espacios donde se están proyectando los nuevos hogares de Barranquilla, conforme a los planes de desarrollo urbanístico y socioeconómico en el sector residencial.

A pesar de que los nuevos complejos de vivienda ofrezcan a los residentes espacios con valores agregados respecto a seguridad y privacidad, el gremio de la propiedad horizontal de Barranquilla cuestiona su viabilidad financiera, en el marco de la inflación de 5,62 %, que es la más alta en Colombia en los últimos cinco años.

Después de realizar un balance para conocer los cambios o alteraciones presentadas en este sector durante el 2021, el Colegio de Administradores de Propiedad Horizontal de Barranquilla (CAPHB) reportó 'grandes preocupaciones' sobre la viabilidad financiera de las copropiedades, de cara al 2022.

La entidad gremial encuestó a 117 administradores de 367 condominios de Barranquilla —una muestra representativa de las cerca de 2.500 copropiedades establecidas en la ciudad— con el objetivo de conocer el estado actual de la propiedad horizontal.

De acuerdo con Santander Barraza, presidente del CAPHB, la recesión en el flujo de pagos de obligaciones —por parte de los propietarios de viviendas en complejos residenciales— ha dado lugar a un incremento cercano al 30 % en la cartera general (deudas o multas internas), pasando de un estimado de $17.000 millones en el 2019 y 2020, a una cifra cercana a los $21.000 millones en el 2021.

'La cifra es bastante considerable. Los administradores están obligados a extremar mecanismos de gestión orientados a la recuperación de la cartera para que las copropiedades puedan seguir siendo viables financieramente. De lo contrario, se podría afectar a toda la cadena de prestadores de servicios de la propiedad horizontal', afirmó el directivo.