De forma masiva, los ciudadanos han asistido a los distintos cementerios de Barranquilla y su área metropolitana para visitar las tumbas de sus seres queridos, en el marco de la conmemoración del Día de los Muertos.
El alto flujo de asistentes representó un acontecimiento positivo para los vendedores de flores que se hallaban a las afueras de estos recintos.
Ese fue el caso de Candelaria Meza, quien lleva 50 años vendiendo estos productos en el parque que se ubica al frente del cementerio Universal.
'Estoy muy contenta, fueron muchos meses encerrados, el cementerio no habría y las ventas bajaron mucho, pero esto es un aire para nosotros', expuso la mujer.
Con esos arreglos florales, las personas ingresaban para adornar cada una de las bóvedas de sus difuntos. La música y la entonación de los rosarios también fueron evocadas por las familias enteras que se encontraban reunidas entre las distintas tumbas.
Fayru Silguera fue una de las asistentes que en sus 45 años pisó por primera vez un camposanto para visitar a un familiar que falleció hace seis meses, tradición que desde ahora no espera 'perder'.
'Vine por primera vez en estas fechas a visitar a mi esposo. Serán unas fechas que no traicionaré', expresó.
Adultos, jóvenes y niños removían algunas flores marchitas para reemplazarlas por los nuevos ramos, como una de las maneras para honrar a sus ausentes.