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Más de cinco horas fueron necesarias para que una comisión de la Superintendencia de Notariado y Registro pudiera ingresar a la antigua sede de la Curaduría Urbana #1 de Barranquilla, ubicada en el barrio Prado.

Sobre las 2:30 p.m., la superintendente Fernanda García arribó –junto a funcionarios de la Defensoría, la Alcaldía y la Policía– al lugar con la intención de 'recuperar' la documentación y hacer entrega oficial a Guillermo Ávila, quien el pasado 7 de septiembre fue posesionado como curador urbano.

Aunque dicha oficina no estaba prestando atención al público, en su interior se encontraba un grupo de trabajadores que no atendió el llamado de la superintendente de Notariado.

Ante esta situación, un cerrajero arribó al lugar y procedió a abrir la puerta. De inmediato, una mujer impidió el ingreso de la comisión e instaló una cadena con un candado.

Debido a la imposibilidad de ingresar, los secretarios distritales de Planeación, Jurídico y de Gobierno acudieron al sitio, con el fin de definir las acciones pertinentes.

'Lo que estamos haciendo es garantizar el acceso a los archivos al nuevo curador, porque no el curador saliente no ha querido hacer la entrega correspondiente', expuso la superintendente de Notariado y Registro, Fernanda García.