Durante más de dos semanas, una serie de anomalías han afectado la prestación del servicio de agua potable en Barranquilla y su área metropolitana.
Coloración amarilla, sabor a tierra y hasta mal olor son algunas de las 'nuevas características' que el líquido ha presentado en la ciudad, de acuerdo a los crecientes reportes por parte de los ciudadanos (ver recuadro).
La situación ha generado descontento entre la comunidad y la intervención de las autoridades, mientras que la empresa Triple A puso en marcha un plan de contingencia para poder superar la coyuntura.
Ramón Hemer, gerente de Operaciones de esta compañía, explicó que el plan de acción se puso en marcha teniendo en cuenta que las intensas lluvias que se han generado durante los últimos días han llevado a que se incremente el arrastre de residuos y sedimentos de algunos caños que desembocan en el río Magdalena a la altura del municipio de Soledad.
Por esa razón ha desplegado varios frentes de trabajo en dicha zona de influencia, con la intención de crear diques para que dichas aguas fluyan.