Por tratarse de un bosque estratégico y esencial para hacerle frente al cambio climático, 40 mil plántulas de mangle fueron sembradas en la ciénaga de Mallorquín.
La razón, según Barranquilla Verde, es que el manglar tiene una tasa de crecimiento tres veces más rápida y acumula de 10 a 100 veces más carbono en el suelo, brindando estabilidad a la zona costera, y contribuyendo a la preservación y reproducción del recurso pesquero.
'La siembra también representa una estrategia de mitigación de gases de efecto invernadero para Barranquilla', argumentó el director de Barranquilla Verde, Henry Cáceres.
Su funcionalidad también consiste en proteger las costas contra fenómenos naturales tales como tormentas, oleajes y control de erosión, 'lo que permitirá disminuir los riesgos generados por el cambio climático de las comunidades establecidas en el área de influencia de Mallorquín'.