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El proyecto de convertir la ciénaga de Mallorquín en un centro turístico y pesquero comienza a ser una realidad. La administración distrital empezó la siembra de 350 especies nativas de mangle en pleno corazón de la ciénaga, donde se construirá el Ecoparque, una de las obras clave del macroproyecto de recuperación de este cuerpo de agua, que será símbolo de la recuperación ambiental y turística de la zona.

Acompañado de un grupo de pescadores residentes en los alrededores de Mallorquín, el alcalde Jaime Pumarejo y varios funcionarios del gabinete distrital trasladaron en lanchas los mangles hacia el centro de la ciénaga para la siembra.

Luis Ávila, secretario de la Asociación de Pescadores del corregimiento La Playa, dijo que este proyecto 'significa mucho' para los residentes de la zona porque consideran que con la inversión cambiarán las condiciones ambientales de la ciénaga y, por consiguiente, la situación económica y la calidad de vida de los habitantes del corregimiento de La Playa.

'Gracias al alcalde Pumarejo y a las entidades que se han preocupado por mejorar las condiciones de la ciénaga. Vamos a tener un potencial turístico y pesquero aquí en Mallorquín', expresó Ávila.

El líder de los pescadores hizo énfasis en que el proyecto también los beneficiará desde el punto de vista económico, porque los residentes del sector de Mallorquín participarán activamente en el desarrollo del proyecto, con mano de obra, siembra de mangle, limpieza de la zona y control de la pesca ilícita.

El mandatario distrital destacó que el Ecoparque será un gran pulmón en el corazón de Mallorquín, con estructuras palafíticas por encima del ecosistema, que permitirán caminarlo y preservarlo, muelles para la pesca, actividades acuáticas, deportes de vela, con aguas y playa mejorada, y en general un espacio de reencuentro con la naturaleza.

'La ciénaga de Mallorquín es uno de los lugares mágicos del Caribe colombiano, nos pertenece, es de todos nosotros, y lo hemos olvidado durante décadas, y hoy estamos aquí, en el corazón de la ciénaga, con quienes la han convivido y padecido, para recuperarla y se vuelva un motor de desarrollo, y que la sostenibilidad del medio ambiente nos haga progresar, generar empleo, riqueza y economía, no solo para La Playa y Las Flores, sino para toda Barranquilla', dijo Pumarejo.

El macroproyecto, que se enmarca en el plan de Barranquilla biodiverciudad, se desarrollará en 980 hectáreas que abarcan toda la ciénaga de Mallorquín, una parte del tajamar occidental, la playa de Puerto Mocho, el corregimiento La Playa y el barrio Las Flores. La inversión prevista para esta iniciativa es de $278 mil millones.

Beneficiará de manera directa a más de 20.000 habitantes del barrio Las Flores y el corregimiento La Playa, incluye soluciones biológicas que permitirán el mejoramiento de la calidad de las aguas, mediante procesos técnicos que permitirán mantenerlas aptas para el contacto primario, lo mismo que la recuperación y protección del ecosistema de manglar, el control de la erosión y estabilización costera, y la retención de sedimentos y nutrientes, entre otros.