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Después de que se avalaran las inhumaciones en Barranquilla para los casos de muertes por la COVID-19, ante el incremento de fallecidos, los cementerios han tenido que trabajar a toda marcha para atender la demanda.

En la actualidad son entre 12 y 15 inhumaciones diarias las que se realizan en el Cementerio Católico Calancala. El promedio antes de la emergencia sanitaria era máximo de 6.

A la fecha, el camposanto tiene capacidad, entre fosas y bóvedas, para unas 300 inhumaciones. En caso de que la cifra de muertes siga en aumento, la administración del cementerio prevé abrir más fosas y bóvedas dentro del mismo terreno.

Protocolo

Dentro de su protocolo de bioseguridad han implementado utilizar solo las bóvedas que se encuentran en el nivel 2.

'Lo que buscamos es que el cilindro donde se hace la sepultura quede al mismo nivel del carro fúnebre para que quienes hacen el proceso tengan el mínimo contacto posible con el ataúd. Cuando agotemos ese nivel usaremos nivel 1, a ras de piso', explicó José Franco, coordinador de operaciones del cementerio.

Agregó que el personal del campo santo sigue estrictas medidas sanitarias para cumplir con las exigencias que ha impuesto el Gobierno nacional para el manejo de cadáveres.

Cuarto frío

Un cuarto frío con capacidad para unos 50 ataúdes se instaló en el Cementerio Universal, ante una posible falta de disponibilidad de bóvedas.

El secretario de Gestión Social del Distrito, Santiago Vásquez, explicó que esta alternativa hace parte de un convenio para inhumar cadáveres que se realizó con el cementerio, el cual beneficiará a personas en condición de abandono social.

'Los ataúdes se instalarían ahí de manera temporal mientras el cementerio va teniendo la capacidad de hacer las inhumaciones, pero todavía no se ha tenido que usar, esto se hizo de manera preventiva para que en caso de emergencia puedan preservarse los cuerpos'.

Este cementerio ha reforzado su planta logística y trabaja 24 horas para recibir cadáveres, antes solo lo hacían en un horario determinado.

Indicó que en caso de aumentar el número de fallecidos, al igual que en el Calancala, el Universal tiene disponibilidad para habilitar más bóvedas en la medida que se hagan exhumaciones.