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Barranquilla, la Puerta de Oro de Colombia, curramba, La Arenosa o 'Quilla' como la llaman caiñosamente muchos de sus hijos, celebra hoy 207 ‘abriles’ de haber sido erigida en Villa, desprendiéndose así del departamento de Bolívar y constituyéndose en la capital del Atlántico.

Desde entonces ha sido sinónimo de progreso y el principal referente de nuestra costa Caribe. Se convirtió en cuna de la aviación, de la radio, del deporte y la cultura. Hoy, debido a su desarrollo económico y remodelación de la mayoría de sus lugares emblemáticos y, por la construcción de nuevos espacios, los barranquilleros nos sentimos más orgullosos que nunca de vivir en este rincón del planeta donde la alegría se baila, sobre todo en su Carnaval.

EL HERALDO contactó a reconocidas figuras de la música y el deporte para preguntarles lo que les significa portar el gentilicio de ser barranquilleros.

Dos ciudades en su mente

El pianista currambero Chelito De Castro tiene dos imágenes de Barranquilla en su mente, la que le recordaba casi que a diario su padre don Chelo y la que el mismo fue explorando. 'En su época la ciudad era muy sana, pujante, pionera en muchos aspectos como la radio, me habla incluso que las grandes obras de teatro y los grandes circos entraban por nuestro puerto y ni siquiera llegaban al interior.

Luego vinieron años de descuido, saqueo y la cuidad se atrasó mucho, hoy nuevamente somos orgullo del Caribe, se nota el optimismo, la alegría y el orgullo de la ciudad en cada punto de desarrollo. Hoy vivo feliz al ver nuestro empuje y progreso'.

Caliope celebra por partida triple

La actriz y cantante barranquillera Caliope, es una de las que celebra por partida triple este día debido a que hoy es su cumpleaños 21 y su barrio 7 de Abril, 43 años. 'Nací el 7 de abril de 1999 en el barrio 7 de Abril, el cual tributa a nuestra amada ciudad, me siento feliz de pertenecer a esta cuna de artistas, deportistas y tradición, somos río y mar, la tierra del Carnaval y de esa gente pujante que con el rebusque trabaja por el sustento diario de su familia. Barranquilla hoy transpira alegría desde los hogares', dijo la artista.

Toto Rubio y su fútbol callejero

Jesús ‘Toto’ Rubio, de 75 años, creció en el barrio Alfonso López 'tirando' bola e’ trapo en las calles sin pavimentar, esas mismas que llevaron a Barranquilla a ser llamada ‘La Arenosa’. 'Crecí en la Barranquilla en que se transmitía el amor y respeto por el vecino, recuerdo que había dificultades para comunicarse, pero vivíamos tranquilos, la gente se relacionaba muy afectivamente. Se vivía tradicionalmente la Semana Santa con arroz de lisa y los dulces, crecí con esos hábitos sanos. Con respecto al fútbol vivimos la bola e trapo, que era su majestad, eso me permitió desarrollar mis habilidades y jugar en Junior, equipo con el que salí campeón en el 77 y 80', dijo Toto quien lleva 33 años con su escuela formando nuevos futbolistas.

Charlie Gómez, un ‘quillero’ de calle

El sonero barranquillero Charlie Gómez creció en el bembé que se armaba en los bailes populares, los cuales aún añora. 'La Barranquilla que tengo en mi mente fue con la que crecí, esa de la gozadera en la esquina del barrio, del bacán, del dominó, la bolita uñita, el trompo, esos juegos que perduraron en esos días, que nos alegraban la infancia y que la tecnología desplazó. Yo viví en la Barranquilla segura, me iba a verbenear a Macheteros, entre Palmeras, La Pantera Rosa, La Torta, El Bambú y me regresaba a pie a las tres de la mañana a mi casa en Boston sin ser atracado'.