Dos años y cuatro meses duró el periodo de Carlos Prasca Muñoz al frente de la rectoría de la Universidad del Atlántico, con el cual se dio fin a doce años de interinidad en el principal centro de educación superior del departamento.
Sin embargo, las reiterativas protestas de los estudiantes –debido a la crisis financiera al interior de la alma mater y los problemas de infraestructura que se viven en algunas sedes– fueron el detonante para la salida de Prasca, quien fue elegido en junio de 2017 con el respaldo de los representantes del Ministerio de Educación, la Presidencia, los egresados, la Gobernación del Atlántico y los gremios en el Consejo Superior.
A pesar de los aciertos que le reconocieron durante su gestión, Carlos Prasca también tuvo una serie de desaciertos que revivieron el fantasma de crisis al interior de la alma mater.
Acreditación de la UA
Para algunos sectores, el principal éxito en el periodo de Carlos Prasca fue la entrega de la acreditación de alta calidad, por un periodo de cuatro años, por parte del Ministerio de Educación en mayo del presente año.
Eduardo Verano, gobernador del Atlántico, resaltó que Prasca fue pieza clave para lograr dicho reconocimiento, teniendo en cuenta el trabajo necesario para el mejoramiento continuo y evolutivo de los procesos misionales de la alma mater.
'Este proceso fue abanderado por otros cuatro rectores y Prasca fue el encargado de darle el impulso final para que se consolidara la acreditación', sostuvo Verano en diálogo con EL HERALDO.
En su momento, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, reconoció el trabajo realizado en la alma mater para tener los niveles de calidad suficientes en sus procesos misionales.
'Los procesos son a punta de esfuerzo, de buenos liderazgos', dijo Angulo durante el acto de entrega de la acreditación.
En su paso por la rectoría, Carlos Prasca también dio impulso a la elección de los decanos en propiedad en distintas facultades de la universidad, aún cuando dicho proceso ha sido objeto de una serie de reclamaciones legales que están en proceso de ser falladas.
Asimismo, Prasca promovió la construcción de una nueva sede regional de la universidad en el municipio de Sabanalarga para la formación de más de 3.800 jóvenes a partir de 2020.
