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El presidente Iván Duque, acompañado de su comitiva, se deleitó con un desayuno costeño en La Tiendecita, lugar considerado patrimonio gastronómico de la ciudad. Arepa e’ huevo, chicharrón y deditos de queso llenaron la mesa de los comensales, en donde también hubo jugo de corozo, naranja y chicha de avena.

Los clientes que ayer estaban en La Tiendecita a las 8:45 a.m. se sorprendieron cuando de una camioneta blindada se bajó el presidente Duque, vestido de guayabera azul cielo. La alta Consejera de la Presidencia para las Regiones, la barranquillera Karen Abudinen, fue la encargada de darle la bienvenida al mandatario. Eso, al tiempo que le hablaba maravillas de la arepa frita y las ventajas curativas que tiene para el guayabo.

A los pocos minutos de instalarse el presidente Duque en una mesa en la terraza, en toda la esquina de la calle 62 con carrera 44, una bandeja de chicharrones, bollo limpio y arepas de huevo llegó en manos de los meseros, que fueron presentados por Ramón Blanco, propietario de La Tiendecita, su esposa y sus dos hijas. Al rato, el que llegó fue Fuad Char y luego el alcalde Alejandro Char, quien saludó de manera efusiva al mandatario.

En total, en la mesa junto al presidente estaba el alcalde de Barranquilla, su padre Fuad y su hermano Arturo. También los acompañó el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, y Karen Abudinen. En el encuentro que duró cerca de una hora discutieron diferentes temas de actualidad nacional y regional, entre los que salió a flote el Vía-Parque Isla Salamanca.

'Queremos convertirlo en el bio-parque de Barranquilla', le dijo el presidente Iván Duque al alcalde Char y al gobernador Eduardo Verano. Todo esto, en medio de un calor húmedo, como el de los últimos días en Barranquilla, que impactó a más de uno de los foráneos visitantes. Asimismo, junto a Ramón Blanco, los comensales disfrutaron de buena música y de los fritos típicos de la región Caribe.