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Podríamos definir el término ‘Energías Renovables’ como el aprovechamiento de los potenciales del viento, el sol, las mareas y otros recursos naturales para producir energía mediante el uso de equipos o de tecnologías aptas para este tipo de sistemas. Por ejemplo, podemos producir energía eléctrica a través de tecnologías fotovoltaicas aprovechando la radiación solar, y logramos obtener Energía Solar. 

Aprovechando la velocidad de los vientos a través de tecnologías en aerogeneradores, se produce Energía Eólica. Por otra parte, la Energía Geotérmica aprovecha las altas temperaturas de yacimientos bajo la superficie terrestre para la generación de energía a través del calor. A partir de tecnologías undimotriz u olamotriz se aprovechan la fuerza de las mareas o de las olas para producir energía, y es conocida como Energía del Mar.

Con tecnologías de combustión o de biodegradación de los restos de la materia orgánica de origen vegetal o animal, se produce la Energía de la Biomasa. Así lo explica PhD Adalberto Ospino, adscrito al Departamento de Energía de la Universidad de la Costa.

¿Cómo ayudan al medio ambiente?

Las energías renovables son de gran importancia para el medio ambiente, toda vez que utilizan energía proveniente de la naturaleza, que se renueva todos los días, como el caso de la energía solar. Esto ayuda al cambio climático porque se baja la producción de CO2. 

A diferencia de otros sistemas de gran generación, como las plantas termoeléctricas que funcionan con carbón, con quemas o similares, una planta fotovoltaica presenta cero contaminaciones al producir energía, siendo amigable con el medio ambiente, mitigando los efectos del cambio climático.