Barranquilla es sinónimo de desarrollo, de arte, de impulso a la cultura y de pujanza; una población que debe su nombre a su ubicación geográfica, esa misma que desde sus inicios le dio el potencial para convertirse en la ciudad puerto de Colombia, la Puerta de Oro, por donde ingresó el desarrollo al país y que la convirtió en la capital de la Región Caribe.
Hoy la capital del departamento del Atlántico celebra 206 años de haber sido elevada a la categoría de villa, y esta es la razón por la que la ciudad no celebra una fundación como lo hacen la mayoría de urbes en el país, un hecho que se debe a la forma en que nació y se desarrolló.
Pero a pesar de ello, Barranquilla es una ciudad rica en historia. Según Jorge Villalón Luna, investigador y docente de la Universidad del Norte, esta capital fue una de las que más aportó a la lucha de independencia de Colombia y desde finales del siglo XVIII se proyectaba con mucha más fuerza y posibilidades hacia el futuro a diferencia de otras poblaciones de la región.
El investigador narra en un texto que quedó plasmado en la revista Huellas de la Universidad del Norte, que para ese entonces, la capital del Atlántico se convirtió en una capitana por su posición geográfica a orillas del río Magdalena y muy cerca de su desembocadura.
El mismo historiador señala que el 3 de abril de 1813 la Cámara de Representantes del Estado de Cartagena creó un nuevo departamento llamado Barlovento y su cabecera municipal era Barranquilla, la cual fue elevada a la categoría de villa. Se supone que las autoridades de Cartagena se trasladaron a Barranquilla para promulgar la nueva ley y con base a los documentos que ha guardado la tradición y que se encuentran en el archivo nacional de Colombia se puede deducir que el documento oficial de la declaración de esta población como villa fue leído el 7 de abril de 1813. Se supone que este documento fue leído en la plaza dónde hoy se encuentra ubicada la estatua de Simón Bolívar en el Paseo Bolívar.
Jaime Colpas, profesor del programa de Historia de la Universidad del Atlántico, referencia que por mucho tiempo se tuvo la falsa noción de que Barranquilla empezó a poblarse debido a que unas vacas sedientas guiaron a unos habitantes galaperos hasta una laguna a orillas del río Magdalena. En su texto ‘Mitos en la historia de Barranquilla’ señala que el historiador José Agustín Blanco en sus investigaciones desmontó este relato y demostró que en el progreso de la capital del Atlántico intervinieron la tribu indígena Kamach o Camacho y la hacienda de San Nicolás.
Estos hechos ocurridos hace más de 200 años fueron los que hicieron de Barranquilla la ciudad que es hoy, una población que se proyecta a futuro con mucha prosperidad debido a las inversiones que se han hecho desde las entidades públicas y privadas para recuperar en ella la importancia que un dí a tuvo gracias al río Magdalena y al mar Caribe.
Hoy la capital del Atlántico es una ciudad que recibe una serie de inversiones que sin duda tendrán un resultado favorable a mediano y largo plazo. Algunos de los proyectos más importantes son el Centro de eventos y ferias Puerta de Oro, el Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz, el Museo del Caribe, la recuperación del Centro de la ciudad y el gran Malecón del Río.
Cabe anotar que Barranquilla ha sido una ciudad pionera en muchos campos, con una historia marcada por el progreso y directamente relacionada con la economía del país, de ahí su importancia hoy día. En sus inicios fue llamada 'Puerta de Oro' de Colombia, porque por sus puertos y los caños entró el desarrollo el país, productos provenientes de otros países de América y Europa, que la convirtieron en una capital próspera, pero además, por esas mismas corrientes de agua llegaron muchos inmigrantes que fueron pieza clave en la formación de la cultura barranquillera que hoy se ve representada en su Carnaval.
Una ciudad empresarial
El transcurrir de la ciudad e estos años quedaron plasmados en el libro Historia Empresarial de Barranquilla (1880-1980) editado por la Universidad del Norte. En él se pueden apreciar aspectos importantes de esta capital como su vocación histórica como urbe marcada por su puerto, el comercio y la industria.
La capital del Atlántico fue también la cuna de la aviación de Colombia, donde se hicieron las primeras pruebas en una aeronave y se dio paso a este servicio de conexión nacional vía aerea.