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Varias cuadras debió caminar Katherine Pumarez para llegar desde su casa hasta el cementerio Santa María Sur, en la localidad Metropolitana de Barranquilla, para visitar la tumba en la que reposan los restos de su abuela.

Sin embargo, una desagradable sorpresa se llevó al encontrar que la reja principal del camposanto estaba cerrada con cadenas y candados.

'No es la primera vez que esto pasa acá. En otras oportunidades he venido y lo he encontrado cerrado', indicó Pumarez, mientras se sentaba en una de las bancas del cementerio.

La mujer, que esperaba pacientemente a la llegada del celador, fue informada por otra persona que el cementerio estaba cerrado debido al abandono y la inseguridad.

Con un poco de desazón, se acercó hasta la reja y aseguró que fue una decisión acertada.

'El cementerio está en muy mal estado. Para visitar a los difuntos tenemos que venir como indigentes, porque nos atracan. Uno no puede entrar solo, allá siempre hay ‘coletos’ a la espera de alguien para robarlo', explicó con ahínco, mientras emprendía su viaje de regreso hasta su casa.

Desde el pasado lunes, la decisión de cerrar el cementerio ha despertado diversas reacciones entre la comunidad del barrio Santa María.

Mientras algunos habitantes aseguran que fue una medida 'justa' por las condiciones del camposanto, otros creen que fue tomada a 'la ligera y sin ser socializada'.

Un hombre que pidió la reserva de su identidad expuso su preocupación por la posibilidad de que un féretro se quede en la puerta del camposanto debido al cierre.

'Nosotros no queremos que se presente un hecho que lamentar por el cierre del cementerio. No sabemos que pueda pasar si alguien viene a enterrar un muerto y encuentre las puertas cerradas. No sabemos cómo podrán reaccionar los dolientes', aseguró.