Hace seis meses Marcos Osorio Palomino no se sienta o se queda de pie cerca al poste de teléfono ubicado en la esquina de la calle 69E con carrera 40, en el barrio Las Delicias. El vigilante dijo que estuvo a punto de perder la vida en una noche de estas, cuando un pedazo de la estructura le cayó a pocos centímetros de donde estaba sentado en compañía de un amigo.
'La filosa roca me ‘pasó’ cerca de la cabeza. Me ha podido matar en verdad, pero gracias a Dios no pasó nada. Sin embargo, no deja de ser peligroso ese y uno de madera que está obsoleto en estos tiempos', señaló Osorio, vigilante desde hace cuatro años en el sector.
Así como Marcos Osorio, otras personas han manifestado a través de Wasapea a EL HERALDO su temor por las emergencias que se puedan presentar como consecuencia del deterioro de los postes ubicados cerca de sus viviendas o lugares se trabajo. Son estructuras que a simple vista se les nota el desprendimiento de las capas de cemento, la corrosión de las varillas y el debilitamiento de sus bases, por lo que algunos están inclinados.
Carlos Jácome Espinoza, arquitecto de profesión, aseguró que en los tres años que lleva viviendo en la calle 92 con carrera 42E, barrio Los Nogales, ha pasado más de tres reportes a la empresa Electricaribe y a dos empresas de telefonía para que realicen un mantenimiento o cambien dos postes que se encuentran esa esquina.
'Mira cómo están de ‘comidos’ esos postes. Fácilmente se pueden caer y causar una tragedia. Por eso, hemos hecho el aviso respectivo, pero aún nada que solucionan', señaló Jácome Espinoza.