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Residentes del barrio Paraíso, en la calle 78 con carrera 66, cerca del batallón de Policía Militar N° 2, reportaron a través de la línea Wasapea a EL HERALDO que la puerta de ingreso a ese cantón militar, en la carrera 66, fue reabierta hace dos días, lo que ha generado perturbación en el sector por la cantidad de remisos que llegan al lugar.

Estefanía Castro, una de las residentes del sector afirmó que desde hace más de 10 años en las viviendas aledañas al Batallón, por la carrera 66, vivían tranquilos porque la puerta permanecía cerrada.

'Hace dos días han comenzado a llegar personas a las 3:00 de la mañana a esperar que abran la puerta para ser atendidos, como no los atienden se desesperan y han querido atentar con piedras hacia nuestras casas y los vehículos ', señaló Castro.

Asimismo, la moradora indicó que las personas se duermen en los andenes de las viviendas, arrojan basuras y orinan al píe de los árboles, por lo que se producen malos olores.

Por su parte, Marilía González señaló que las personas que se congregan en la madrugada en esa vía hacen bulla e interrumpen el descanso de los residentes del sector.

'Mi hijo se despertó hoy, a las 3:00 de la mañana, porque su cuarto da hacia la calle y eso nos quita tranquilidad', aseguró González.

Tobías Pérez, docente y habitante de la zona, dijo que la puerta fue abierta de manera inconsulta. Por esa razón, se dirigieron a los militares para manifestarles que este hecho afecta la tranquilidad y la seguridad del sector.

'Ellos nos dicen que es una vía de uso público, esto es cierto, pero eso no puede alterar la tranquilidad y la seguridad de quienes vivimos aquí', indicó Pérez.

Asimismo, el docente manifestó que los más afectados son los niños y los adultos mayores. Esta circunstancia los motivó a pedirle al Ejército que cerraran la puerta, 'pero la actitud de ellos hacia nosotros es de autoritarismo'.

Qué dice el batallón

Jeffer Castelblanco Contreras, segundo comandante de la Brigada, dijo que luego de la jornada de amnistía en la Plaza de la Paz, muchos jóvenes quedaron sin atención y decidieron continuar la jornada en sus instalaciones.

'No se tenía previsto que los jóvenes tomaran estas actitudes. Una vez recibidas las quejas cerramos de inmediato ese punto de acceso y volvimos a habilitar la entrada de la carrera 68 e implementamos los protocolos pertinentes', resaltó el comandante.

El militar pidió disculpas a los vecinos y dijo que trabajarán con sus soldados para crear un cambio de actitud en los jóvenes remisos que llegan a las instalaciones del Batallón.