Compartir:

A propósito de la fuerte oleada de calor en todo el Caribe colombiano, es necesario tomar medidas para mitigar las amenazas del clima en la salud y seguridad de niños y adultos

Los efectos del cambio climático en la salud de los niños incluyen: secuelas físicas y emocionales secundarias a desastres naturales, aumento de estrés por calor, enfermedad del ejercicio asociada al calor, disminución de la calidad del aire, alteración del patrón de enfermedades infecciosas, baja seguridad en la ingesta de agua y nutrientes, entre otros. No tomar medidas para mitigar los efectos del clima sería un acto de injusticia para nuestros niños.

Investigaciones señalan que existe una posibilidad mayor al 90% de que, para finales del siglo 21, las temperaturas del verano superen las más altas temperaturas reportadas en muchas regiones del mundo, poniendo a los niños y sus familias en un mayor riesgo de adquirir enfermedades relacionadas con el calor.

Al respecto, y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, más del 88% de las enfermedades atribuidas al cambio climático ocurren en niños menores de 5 años, por lo cual la Academia Americana de Pediatría ha declarado políticas que vinculan el cambio climático e insta a pediatras y gobiernos a trabajar juntos para proteger la salud de los niños.

Y es que aún los atletas mejor entrenados pueden desarrollar la enfermedad del ejercicio asociada al calor cuando se exponen a altos niveles de temperatura y humedad. Nuestro cuerpo está de manera permanente trabajando para mantener una temperatura promedio de 36.6 C y es la sudoración la forma como nuestro cuerpo libera el exceso de calor: a medida que la humedad es mayor, la sudoración es menos efectiva, la temperatura del cuerpo aumenta y se produce esta enfermedad.

El reconocimiento temprano de los signos y síntomas de la enfermedad del ejercicio asociada al calor es la llave para un tratamiento oportuno y exitoso. Este alerta a la aparición de calambres musculares, (aún con temperatura corporal normal), temperatura mayor de 40 C, mareo, fatiga, confusión, nauseas, vómito, piel enrojecida y húmeda, y convulsiones.

Existen muchas medidas que los padres y la sociedad en general pueden tomar para proteger a los menores que están constantemente participando en actividades físicas y deportivas, especialmente en edad escolar.

Algunas medidas que pueden ayudar a prevenir enfermedades asociadas al calor son:

•Disponer espacios frescos para sus niños en casa o sitios cercanos.

•Cancelar, posponer o cambiar eventos bajo condiciones extremas de temperatura.

•Programar actividades físicas durante los períodos más frescos del día.

•Asegurar que sus niños estén siempre bien hidratados, animarlos a tomar agua incluso antes que manifiesten tener sed.

•Usar ropa adecuada.

•Programar mayores intervalos de reposo que lo usual durante actividades físicas, descansos cada 10 a 15 minutos durante actividades que sean de más de 1 hora de duración.

•Ofrecer a sus niños baños y bebidas refrescantes.

•Nunca dejar a los menores en carros cerrados, la temperatura dentro del vehículo aumenta mucho más que la temperatura exterior y pudiera causar la muerte.

•Identificar menores con factores de riesgo como obesidad, pobre estado físico, enfermedades concomitantes, tratamientos médicos asociados o historia previa de problemas de salud relacionados al calor.

*Médico Pediatra. Decano de Ciencias de la Salud – Universidad del Norte