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En medio de la entrega este lunes del nuevo CAI blindado del barrio Villa Carolina, en la localidad Riomar, la alcaldesa Elsa Noguera volvió a insistirle a la dirección de la Policía Nacional, en cabeza del mayor general Rodolfo Palomino, para que destine un grupo de nuevos uniformados para fortalecer las filas del comando de la Metropolitana de Barranquilla.

De acuerdo con la mandataria de los barranquilleros, hoy la ciudad se encuentra por debajo de otras ciudades capitales en el número de uniformados que asignan por cada 1.000 habitantes. Barranquilla, según Noguera, tiene 2,25 policías por ese número de personas.

La alcaldesa también mencionó que el caso más evidente era el de la ciudad de Cartagena en donde por cada 1.000 habitantes había un total de 3,37 policías; en Bucaramanga 3,10; Cúcuta 3,08; Cali 2,82; Bogotá 2,65 y Medellín 2,51.

'Nos invitan a la bienvenidas de los policías, pero no a sus despedidas', señaló la alcaldesa en relación a los actos a los que ha asistido para darle la bienvenida a los uniformados que llegan temporalmente a reforzar la Mebar, pero después, según ella, el comando no anuncia la fecha en que se van.

'Hoy la cifras no son buenas (hechos criminales), pero esto no quiere decir que vamos a desfallecer. No vamos a permitir que los bandidos nos arrebaten la tranquilidad. La ciudad entera ha dicho: no lo vamos a permitir (…), y entre todos estamos dispuestos en recuperar la tranquilidad', agregó.

Durante el evento, en la intervención del general Ramiro Castrillón, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, este precisó que, actualmente, el comando tiene alrededor de 4.500 policías activos entre oficiales y suboficiales. Luego este manifestó que si son asignados nuevos uniformados: 'bienvenidos serán'.

Sin embargo, Castrillón mencionó que con el número de uniformados con los que hoy cuenta el comando 'están haciendo la tarea, dando resultados, trabajando duro todos los días'.

Recordó el alto oficial que en los últimos 15 días se habían atacado varias estructuras delincuenciales, entre esas la banda de Los Charoles, conformada por una familia y que se dedicaba al comercio de alucinógenos en la zona de Rebolo.

Finalmente, el general Castrillón indicó que el nuevo CAI de Villa Carolina llegaba a reforzar la seguridad de la localidad Riomar, la cual solo tenía una estación de Policía en el parque de la Electrificadora.