La familia de un niño de siete años está a la espera de los resultados de dermatología que determinarán el manejo y el tratamiento a seguir para el menor, que al parecer fue contagiado con una infección de trasmisión sexual.
El caso ocurrió en el Hospital de Sabanalarga, adonde el niño fue conducido en la mañana del jueves por su abuela materna al descubrir unas anomalías en su genitales. En el hospital le fueron descubiertas varias lesiones verrugosas de más o menos cinco centímetros de largo y 3 centímetros de ancho en el pene.
Ramón De la Cruz, subdirector científico del hospital de Sabanalarga, informó que las lesiones son muy compatibles con una infección de transmisión sexual, conocida como condiloma cuminado. 'Ya se realizó la respectiva interconsulta con la seguridad social del niño para que se haga una biopsia que arroje el diagnóstico definitivo', dijo el galeno.
De acuerdo con De la Cruz, por considerar que se trata de un posible abuso sexual, al menor se le practicaron unos exámenes de laboratorio pertinentes, como una prueba de VIH para diagnosticar posible contagio con Sida, pruebas para Hepatitis C, las cuales hasta el momento han arrojado un resultado negativo.
De la Cruz indicó que ya se realizó la notificación obligatoria que hay que hacer en estos casos. 'Se hizo la notificación a Bienestar Familiar, a la Policía de Infancia y Adolescencia, se hizo una interconsulta con trabajo social, con sicología y con dermatología', apuntó.
Lo que dijo la abuela.
'Su abuela materna comentó y quedó en la historia clínica que una prima del niño, de 11 años, que al parecer presenta una conducta de promiscuidad sexual y de acuerdo a la señora la niña tuvo contacto con el menor', apuntó el galeno.
Explicó que con los resultados de dermatología se indica el manejo y el tratamiento en estos casos.
De la Cruz agregó que se le podría estar dando de alta hoy médicamente, pero desde el punto de vista social, se tiene que hacer el seguimiento con Bienestar Familiar y Policía de Infancia y Adolescencia, además de un seguimiento al entorno familiar.
Yolanda Ruiz Pinzón. Dir. (e) del Icbf en el Atlántico, explicó que, una vez se tuvo conocimiento de la situación, un equipo de la Defensoría de Familia inició el proceso de restablecimiento de derecho a favor del niño, el cual involucra a sus padres y al núcleo familiar. Además se les está brindando todo el acompañamiento psicosocial que requieren, debido a las circunstancias que envuelven el caso.
Respecto a la niña, la funcionaria, indicó que ya se verificaron los antecedentes para poder actuar de acuerdo a lo facultado en la Ley 1098 de 2006. Sin embargo los detalles del proceso que se adelanta son reserva del sumario, para no entorpecer las acciones del equipo de la Defensoría de Familia en el restablecimiento de sus derechos.
'Lo más importante es salvaguardar su bienestar y su integridad física y moral, brindándole un ambiente sano y en el que no se pongan en riesgo sus derechos', afirmó.
Para Moisés Mebarak, docente y doctor en sicología clínica, las razones por las que se pueden presentar este tipo de casos de precocidad sexual o abuso en niños de estas edades, obedecen a diferentes factores.
Mebarak, explicó que el comportamiento humano es demasiado complejo y se pueden presentar casos en donde lo que priman son factores biológicos y en otros de orden psicológico.
'Si lo que prima es el componente psicológico estaríamos pensando en la posibilidad de un abuso o un maltrato o a nivel de pautas de crianza el niño ha recibido unas inadecuadas. O que se esté frente a padres o muy autoritarios o muy permisivos', apuntó.
Agregó que no necesariamente el componente familiar tiene que estar afectado o dañado para que un niño se comporte de esta manera ya que se podría tratar también de algo propio del menor y lo que prima allí puede ser de orden biológico.