Hace un mes Teresa Flores, de 72 años, temía levantarse de la cama cada mañana. Debido al chikunguña, los primeros dolores que sintió en las articulaciones no le permitieron moverse y los malestares de la artrosis que padece en sus piernas y hombros se incrementaron. Para ella un paso en falso significaba un riesgo.
Esta ama de casa, oriunda de Sincé, Sucré, pero barranquillera por residencia, asegura nunca haber sentido un dolor tan grande como el sufrido los primeros días por la virosis del mosquito Aedes aegyti. Hoy, en la sala de su hogar, en el barrio El Prado, camina, mueve sus brazos y cuenta el suplicio.
'Mis hijos suelen decir: ‘Cuando mamá guarda cama es porque está mal’. Soy hiperactiva y por la picadura de ese mosquito ni siquiera dormía', evoca la mujer.
Según el último informe del Instituto Nacional de Salud, en Barranquilla hay 2.806 casos confirmados de chikunguña y en el Atlántico 1.319.
Flores ha hecho parte de estas cifras desde mediados de noviembre, cuando le fue diagnosticada la enfermedad. Recuerda haber amanecido un lunes con dolores en todo su cuerpo e ir a un centro de urgencias. Su cara de preocupación seguramente era similar a la del cienaguero, Filiberto Miranda, mientras esperaba la atención del médico. Miranda, de 46 años, aguarda con su esposa en la sala de espera, mientras sujeta sus rodillas por el dolor.
Es auxiliar de carga y descarga en una empresa de almacenamiento y hace dos días sintió los síntomas cuando cargaba una canasta de 30 kilos. 'Parece que las piernas se fuesen a desprender del dolor. Este virus afectó mi trabajo y ahora tendré que estar en casa sin moverme y mucho menos cargar objetos', explica. Su esposa e hija mayor también padecieron la patología semanas atrás.
Alma Solano, secretaria de Salud del Distrito, afirma que la comunidad atraviesa el período endémico de la enfermedad y por ello la atención de las personas con el virus es por el área de urgencias de cualquier centro hospitalario.
'Esta contingencia que estamos viviendo es porque nunca había llegado el virus en esta zona y por eso se van a generar muchos contagios', advierte la funcionaria.
En el Puesto de Salud La Playa, Marselina Salas espera recibir las medicinas que el médico recetó para su hija, Yulitsa, de seis años. La mirada triste de la madre solo es superada por ojos lagrimosos de la hija, que sufre de chikunguña. Marselina acaricia su cabeza y opina que el virus se debe a un contagio entre personas, pese a que al lado de su casa pasa un pequeño arroyo sobre la calle, potencial criadero de mosquitos.
'Mi hija ya no quiere comer porque le duele hasta para masticar. Consume mucho líquido', manifiesta. Agrega no creer en remedios caseros ni naturales porque ha escuchado de varios como las manillas, brebajes de mango y pastillas extranjeras.
A diferencia de Marselina, Teresa Flores sí utiliza un remedio natural y afirma haber sentido mejoría.
'Tomé unas pastillas naturales llamadas Reum Artri. Del mes y medio que llevo con los síntomas solo hasta este martes sentí mejoría por estas. El dolor en los hombros ha desaparecido bastante', señala Flores mostrando el fármaco. Se trata de un analgésico y antiinflamatorio muscular, de origen venezolano. Sin embargo, la secretaria de Salud del Distrito recomienda a la comunidad que los únicos medicamentos que deben ingerirse son los avalados por el Invima. 'Todos estas medicinas que están vendiendo no tienen el registro adecuado porque no sabemos con certeza con qué han sido preparadas. Sigan las recomendaciones médicas y consuman mucho líquido', reitera.
Tenga en cuenta que...
Los síntomas de la enfermedad se caracterizan por un brote súbito de fiebre, acompañado por dolor en las articulaciones o artritis severa. Hay hinchazón y salpullido en la piel.
El chikunguña da una sola vez. Luego se desarrollan los anticuerpos que se encargaran de proteger a las personas. De acuerdo a la evidencia disponible hasta el momento, habría inmunidad de por vida.
Hasta el momento no hay vacuna contra el virus y el tratamiento se concentra en aliviar los síntomas. Se debe guardar reposo en cama y tomar líquidos para evitar deshidratación.