El barranquillero Samuel de Jesús Borrero Silvera, de 16 años, estudiante de once grado del Instituto Alexánder Von Humboldt, será exaltado este lunes 2 de diciembre por el Ministerio de Educación Nacional como el mejor bachiller de Colombia 2013.
Y aunque Samuel tenga una estatura de 1.86 metros y un peso de 96 kilos, conserva el candor y la inocencia propios de su edad.
Fue con esa misma inocencia con la que expresó su sorpresa por la llamada que recibió de Sonia Uribe, la funcionaria del Ministerio de Educación que le dio la gran noticia. 'Tres veces me llamó y tres veces le pregunté si estaba segura que yo era el mejor del país y ella me lo confirmó', dijo emocionado.
Aún sin salir de su asombro, manifiesta que para él es un gran honor ser premiado por el Gobierno Nacional, no sin antes agradecer a sus padres y profesores por ayudarle a conseguir este gran logro.
Recuerda que este año ingresó al Instituto Von Humboldt, el mejor colegio público de Colombia 2013, porque tuvo que irse a Riohacha en donde trabaja su padre David Borrero. A comienzos de este año, la familia regresó a radicarse en Barranquilla y reconoce que cuando llegó, tenía varias falencias académicas, que los profesores lo ayudaron a superarlas.
En ese momento no le iba muy bien en ciencias sociales y filosofía, pero al final logró alcanzar buen nivel.
En cambio, su fortaleza son las ciencias exactas: matemáticas, física y química. 'Desde que nací soy habilidoso en ellas y gane varios premios en las olimpiadas de matemáticas y química donde fui finalista cuando estudiaba en el Gimnasio Cerromar, en Riohacha'.
Su promedio en las Pruebas Saber 11 supera los 86 puntos y en Matemáticas , los 114 puntos.
Recuerda que ya en Barranquilla, quiso regresar al colegio donde hizo su primaria, el Liceo Cervantes, pero no fue aceptado, a pesar de que cuando se fue a Riohacha, le prometieron que tenía las puertas abiertas cuando quisiera regresar.
Ahora, agradece al rector del Instituto Alexánder Von Humboldt , José Henao, que le abriera las puertas para culminar su bachillerato y además que lo reforzara en Español, una de sus materias más débiles.
Henao dice que miraron el récord de Samuel que tiene que ver con convivencia y aunque no tenía buenas calificaciones, lo impresionó el interés que mostró durante la entrevista y le brindó la oportunidad.'Llenó los requisitos y al mes ya escuchaba buenos comentarios de los profesores hacia él'.
Califica a Samuel como un estudiante excepcional, y asegura que el sistema Humboldt es incluyente. 'Se adaptó muy fácilmente al sistema y por eso logró excelentes resultados'.
El rector se siente orgulloso no solo de Samuel, sino de toda la promoción 2013 en la que 21 de los 59 estudiantes ocuparon los primeros lugares en las Pruebas Saber.
A su regreso de la premiación de 'Los mejores en Educación 2013', Samuel tendrá una entrevista personal con el Decano de Medicina de la Universidad del Norte, Hernando Baquero, que tiene una sorpresa para él.
'No soy come-libros'. Aunque es buen estudiante, Samuel no se considera ‘come libros’. 'Me gusta leer, pero lo hago más por placer que por estudio'. Asegura que presta atención en clase y a la hora de estudiar, le gusta intercambiar conocimientos con sus compañeros de clase.
En sus ratos libres toca guitarra, juega tenis, videojuegos, y sale a divertirse con sus primos y amigos en el fin de semana.
Samuel es el segundo de los cinco hijos de Sandra Silvera, que es médica, y David Borrero, que es técnólogo en instrumentación industrial y labora en la Chevron, en La Guajira. Ayer en la casa de los Borrero-Silvera todo era alegría.
Este destacado jovencito, que el 6 de diciembre recibe su título de bachiller, quiere estudiar medicina. Por eso se inscribió en la Universidad del Norte, en donde aspira a ganarse una beca.
Eliana, su hermana mayor, que tiene 20 años es becaria de medicina en esa misma universidad, también obtuvo un buen puntaje en las Pruebas Saber .
Aún en medio de su timidez, aconseja a los estudiantes que cuando se es bueno en algo, se debe trabajar en ello, pero cuando no, hay que trabajar aún más duro por mejorarlo para no quedar descompensado. 'Hay que confiar en lo que cada uno es capaz de hacer y las expresiones no sé o no puedo, deben borrarlas de su memoria'.