Han transcurrido cinco días desde que los indígenas wayuu de las comunidades aledañas al botadero de basura de Riohacha decidieron cerrar el sitio, argumentando incumplimiento de pactos y promesas suscritas en jornadas de diálogos pasados, y hasta la tarde de este domingo, las autoridades del Distrito de Riohacha ni los organismos ambientales han buscado a los huelguistas para solucionar el problema o por lo menos para conocer de sus exigencias.
Así lo reveló la abogada Yelika Galván, una de las voceras autorizadas por las autoridades tradicionales de los asentamientos Los Cabritos, La Loma, El Manantial, Santa Clara y Santa Clara II, sitios que están aledaños al botadero y quienes sostienen han padecido por años los efectos contaminantes en el aire, en el suelo y en las aguas de la zona, todo generado por las miles de toneladas de basuras que cada mes son llevadas a este sitio.
La lideresa sostiene que ellos han mostrado la disposición de querer dialogar. 'Les hemos dejado alternativas de diálogos desde la última reunión hace dos meses cuando se pactó el cumplimiento de varios acuerdos, pero pareciera que no les interesa solucionar este problema, dice La abogada Galván.
Indígenas cerraron botadero de basura de Riohacha por efectos contaminantes
Hoy, cuando no es posible depositar los desperdicios en el botadero de Riohacha que está solo a 7 kilómetros de la ciudad, la empresa Interaseo, operadora del sistema de recolección, debió recurrir al gobierno de Maicao y pedirle a los administradores del sistema, la autorización para desplazarse a los 60 kilómetros que lo separan de la capital y dejar allí los residuos sólidos que generan los habitantes de la capital de la península y que son 60 toneladas cada día, según el informe del gerente Mauricio Otálora.
Ciudad con basura en las calles
El bloqueo al botadero de Riohacha no solo genera sobrecostos en la operación del sistema, debido al gasto de gasolina y posiblemente más carros para poder cumplir con los recorridos en la ciudad, sino que se convierte en el elemento que genera suciedad en las calles. Buena parte de los usuarios del servicio sacan las bolsas de basuras en los horarios habituales, pero al no pasar el camión por ellas, estas no regresan a la casa, sino que es regada por los animales de la calle.
Los negociadores de la comunidad indígena hace un poco más de dos meses se levantaron porque no hubo cumplimiento de lo pactado. En esa ocasión se había decidido que la administración del Distrito se comprometía a desarrollar los microproyectos como el mejoramiento de los cementerios, mejoramiento de las viviendas y mejoramientos de las vías de acceso a las cinco comunidades.
Se les ofreció desarrollar los trabajos a través de la organización Nación Wayuu, donde hay profesionales de diferentes áreas, pero la administración rechazó la propuesta. Dicen los nativos que entonces le pidieron que se hicieran una licitación o una convocatoria en la que la organización de ellos pudiera participar, pero aseguran que tampoco la aceptaron.
18 líderes sociales amenazados en La Guajira piden protección al Estado
La abogada Yelika sostiene que los funcionarios del Distrito lo que quieren es ejecutar y contratar ellos mismos, sin importar la autonomía del pueblo indígena. Para esas obras que son menores se ha dispuesto la suma de $1.000.000.000, pero ahora no saben dónde está el dinero o no quieren decir que pasó con esa plata que supuestamente estaba liberada y donde el operador había hecho un aporte significativo.
Nada sobre los demás proyectos
Los acuerdos que se hicieron hace bastante tiempo contemplaron obras por $5.000.000.000 millones, para electrificación, aulas escolares, fortalecimiento de las artesanas y otras iniciativas, pero el distrito no está cumplimiento y no da explicaciones, según dice la lideresa.
'No sabemos cuándo nos vamos a sentar a negociar, nos da pena con la comunidad que se está afectando en estos cinco días de huelga, pero nosotros llevamos décadas con la contaminación a un lado de los ranchos y eso valida nuestra protesta', señaló la abogada Galván.