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Los niños del caserío Madre Vieja, uno de los cuatro pueblos que conforman el Resguardo Indígena Wayuu Caicemapa, donde el pasado 15 de noviembre fueron descubiertos los restos de una niña que fue asesinada e incinerada, ya no corren por las calles detrás de los balones, ni se van al parque a divertirse con los juegos de su etnia hasta cuando cae la noche, porque temen que el asesino puede volver y hacerles daño a ellos.

'Ha sido una decisión de los mismos padres de tener ahora en confinamiento obligatorio a los niños, no tanto por la pandemia, sino por el miedo al depravado o depravados que acabaron con la vida de la menor de 12 años que estaba cursando 5 grado en el Centro Etnoeducativo del resguardo, las calles están vacías y los gritos de los niños correteando ya no se escuchan', dijo la cabildo gobernadora Carolina Pérez.

El día 14 de noviembre, la niña que junto a su madre ya tenía buen tiempo de estar residenciada en el resguardo, salió a visitar un familiar que tiene a unos 500 metros del sitio donde estaba viviendo. Allí pasó buena parte del día jugando y haciendo algunas labores como la de darle alimento a una cría de pollos que están en un galpón de esa residencia. Cuando ya estaba acabando el día, la niña decidió regresar, pero nunca llegó.

No alertaron a la comunidad

Esa noche la ausencia de la menor fue notada por la madre y otros familiares, pero acudieron a las autoridades y al resto de la vecindad, sino hasta el día siguiente. Cuando se inició la búsqueda con un grupo de personas entre ellos la misma gobernadora del resguardo.

Los que conformaron la brigada de búsqueda dijeron que estuvieron en varios sectores por lo que se supone debía regresar y al final encontraron algunas pistas, como la chancleta de color rosado que ella tenía puesta. Buscaron más huellas hasta que llegaron a una mata frondosa y en sus alrededores había restos de cenizas y pedazos de huesos calcinados, a un lado había un sitio que mostraba tierra movida reciente y empezaron a cavar hasta cuando descubrieron lo que parecía una pequeña mano humana chamuscada, y entonces pararon la pesquisa y fueron por las autoridades. Llegó la Sijín y CTI continuaron con la búsqueda hasta localizar más restos que no dejaban dudas de que se trataba de la niña desaparecida.

Hay varias hipótesis

Como siempre suele ocurrir en los pequeños pueblos, se arman versiones e hipótesis sobre los acontecimientos más importantes, Caicemapa no es la excepción y ya se han armado hipótesis sobre autores y móviles. Las autoridades no descartan ninguna y siguen trabajando por su lado. 'Ellos han llegado casi todos los días al pueblo, le hacen entrevistas a algunas personas y van nuevamente al sitio donde estaban enterrados los restos de la niña y luego se marchan', dijo a esta redacción la gobernadora del resguardo.

Hay una o dos personas ausentes

En algunas versiones de habitantes de este resguardo que tiene dos mil habitantes dispersos en cuatro pueblos, se escuchan rumores que hay indicios de la ausencia de una o dos personas desde el mismo día en el que se descubrieron los restos de la estudiante de quinto grado. Las autoridades han solicitado paciencia y colaboración para descubrir lo más pronto posible, la identidad de quien cometió el horrendo homicidio.