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La historia de Sonia Marina Bermúdez Robles, la mujer riohachera que se ha convertido en el ángel de los muertos en La Guajira y creadora de la Fundación Gente Como uno, fue escogida por la ONU para destacarla en los 75 años del organismo.

Este sábado 24 de octubre marcan los 75 años de Naciones Unidas y entre algunas acciones de visibilidad se escogieron 75 historias alrededor del mundo que representan los valores y el trabajo de la organización.

Dentro de esas historias se escogió la de Sonia y su fundación que se ocupa de garantizar la sepultura de quienes no tienen los recursos necesarios para hacerlo o no tienen dolientes, muchos de ellos provenientes de Venezuela.

Adicional a esto, la historia de Sonia fue una de las 12 historias priorizadas por Humanity House en Holanda, para una exposición fotográfica.

Esta popular mujer comenzó a ocuparse de los muertos sin dolientes desde los 14 años de edad, cuando acompañaba a su padre, quien era el celador del cementerio central de Riohacha.

Durante la pandemia dispuso su cementerio Gente Como Uno, para recibir a los fallecidos por la COVID-19 en La Guajira.

En el cementerio Bermúdez cumple todos los papeles: prepara a los muertos, los transporta en su camioneta que hace de la carroza fúnebre, construye las bóvedas, los sepulta y hasta los llora.

Sonia aprendió a realizar necropsias junto a su padre y posteriormente pudo estudiar y entrar a trabajar en el Instituto de Medicina Legal en Riohacha.

Afirma que en 45 años de trabajo como asistente forense del instituto realizó más de 5 mil necropsias y cuando fue a realizar el curso de tanatopraxia, en Bogotá, ya sabía todo sobre el oficio.

Recientemente fue viral en redes sociales un video en el que enviaba el mensaje a los habitantes de Riohacha, que si no se quedaban en sus casas, ella los esperaba en el cementerio Gente Como Uno.