Los indígenas wayuu de La Guajira expresaron su preocupación por la falta de agua y alimentos para poder acatar la cuarentena decretada por el gobierno nacional para evitar la propagación del COVID-19.
El movimiento indígena Nación Wayuu expresó que las medidas adoptadas están dirigidas a las grandes ciudades, donde las familias pueden comprar provisiones, amortiguar y soportar el aislamiento.
'Hemos visto que el gobierno excluye a las comunidades indígenas de este plan de contingencia, los abandona a su suerte ya que no hay un sistema de abastecimiento de agua potable que permita cumplir con los protocolos establecidos para la no propagación de la pandemia', manifestó esta ONG.
Su presidente José Silva Duarte asegura que en las rancherías no hay un televisor, un canal de comunicación satelital y que obligatoriamente deben salir a los poblados más cercanos a realizar sus trueques para sobrevivir, seguirán caminando libremente y muy probablemente la fuerza pública los someterá a la fuerza a restringir sus rutinas.
'Por las vías a diario se desplazan centenares de indígenas wayuu hacia los poblados más cercanos a realizar sus trueques diarios como medio de subsistencia. Este desplazamiento lo hacen para vender sus artesanías y animales (chivos, ovejos, gallinas, conejos entre otros); productos estos que les permiten realizar sus trueques por comida, tales como arroz, panela, maíz entre otros', explica.
Durante la noche del martes líderes de toda La Guajira y del país impulsaron el hasta #LaGuajiraNecesitaAyuda, a través del cual le pidieron a los gobiernos nacional, departamental y municipal que dentro de sus planes de contingencia incluyan a las comunidades apartadas y marginadas para que puedan sobrevivir a la cuarentena.
Igualmente piden a la Policía y a la fuerza pública en general que se abstengan de usar la fuerza en contra de los indígenas que transitan por las carreteras. 'Se debe exigir un plan especial y diferencial para la restricción de estas personas, sujetas de especial protección constitucional y en el marco del derecho a la igualdad y no discriminación, deben recibir los mismos beneficios de las personas que habitan en las ciudades capitales', pidió Silva.
La líder wayuu Irama Movil hizo igualmente un llamado al presidente Iván Duque para atender la problemática que históricamente viven los wayuu. 'No tenemos agua, ni alimentación, no tenemos como lavarnos las manos y por eso solicitamos acciones inmediatas y ayuda humanitaria, porque vamos a ser afectados, no por el Coronavirus, sino por el hambre', anotó.
La Organización Nacional Indígena en su cuenta de Twitter también solicitó de manera urgente al mandatario nacional garantías al pueblo wayuu para la cuarentena obligatoria. 'El pueblo wayuu está en riesgo de contagio y de morir de hambre, no tienen agua ni alimentos para poder estar en sus casas', escribió.
Se han tomado medidas: autoridades
Para el suministro de agua potable en las comunidades indígenas el gobernador de La Guajira Nemesio Roys Garzón, junto al ministro de Vivienda Jonathan Malagón anunció que se podrá usar el agua de la represa del río Ranchería, desde la cual se abastecerán carrotanques que a su vez llevarán agua a las comunidades.
También se habilitaron dos hidrantes en los municipios de Distracción y Barrancas, para la zona urbana de Riohacha se habilitó el Sistema de Respaldo Sena - Batallón y para la zona rural se habilitó el pozo Romonero que producirá 177.000 litros de agua diarios, beneficiando a 4.425 familias.
Los funcionarios informaron que en Manaure se dispondrá de la oferta hídrica a través del modelo de pila pública de Casa Azul que se inauguró en febrero del año pasado. 'Con esta producción podemos tener cerca de 100 metros cúbicos de agua por día y garantizamos que llegaremos a 2.500 familias de la zona rural de este municipio', aseguraron.
El ICBF informó que en La Guajira se están repartiendo 2.946 canastas nutricionales reforzadas para garantizar la totalidad de este componente de vida para los niños y niñas entre 0 y 5 años.
También entregará una canasta nutricional especial para los niños y niñas que presentan riesgos nutricionales y a las mujeres gestantes que presentan bajo peso y que son atendidos en el programa 1.000 días para cambiar el mundo.