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Uniformados de la Policía que iban en una patrulla por una de las calles del municipio de Hatonuevo, en La Guajira, alegraron la Navidad del pequeño Manuel a quien vieron con un pequeño carrito que no tenía llantas.

Los uniformados le pidieron al niño que les regalara el carrito y Manuel se desprendió del juguete, a pesar que seguramente era el único que tenía.

Lo que no se esperaba es que ese desprendimiento y nobleza, sería recompensada con un juguete mucho mejor, un carro nuevo y mucho más grande.

El comandante de la Policía de La Guajira coronel Henry Manuel Sandoval afirmó que 'el pequeño Manuel se desprendió de su juguete sin saber que nuestros hombres se lo cambiarían por uno más grande, su felicidad es nuestro mejor regalo'.

El niño con visible asombro y alegría agradeció a los policías con un característico saludo chocándole el puño y se alejó feliz con su carro.