Luego de 72 horas de ocurrido el atentado contra los hermanos Dionisio Enrique y Danny Frías Castillo, ‘Gordo 40′ y ‘Danny 40′, que pareció sacado de una película de gánsteres, la vigilancia en la clínica La Merced, centro asistencial al que ambos llegaron por sus propios medios, hoy mantiene una vigilancia “permanente con patrullas mixtas de Policía y Ejército” por una presunta decisión de atacar al cuerpo médico que los atiende.
Como es sabido, el pasado sábado 18 de enero Dionisio y su hermano habían salido de un billar del Centro de Barranquilla y transitaban por la zona (Carrera 38 con calle 41) cuando fueron interceptado por desconocidos que les dispararon en unas 25 oportunidades. Los hermanos Frías continuaron a bordo de su carro y se dirigieron por toda la carrera 38 hasta la Clínica La Merced.
A través de un comunicado, que circuló desde este lunes 20 de enero, la oficina de prensa del centro asistencial reiteró su “compromiso absoluto con la prestación de servicios de salud bajo sus principios de ética y humanidad que rigen nuestra labor”.
Y párrafo seguido detalló que como institución médica “no participamos ni nos involucramos en situaciones ajenas a nuestra misión de salvar vidas y atender a quienes requieren asistencia médica sin distinción alguna. Ante recientes amenazas a esta entidad de salud que han generado inquietud, la Clínica La Merced reitera que ya han tomado las medidas necesarias para garantizar la seguridad. Seguimos enfocados en nuestra responsabilidad de ofrecer atención médica con profesionalismo y dedicación, contribuyendo al bienestar de nuestra comodidad”.
Horas más tarde del mismo lunes, la Policía Metropolitana de Barranquilla reaccionó a ante esa oleada de mensajes en redes sociales que rechazaban los panfletos en los que se mencionaban las supuestas amenazas al personal de la salud.
“Gracias al análisis de los panfletos se establece que no existe certeza de su veracidad teniendo en cuenta varios aspectos que usualmente se observan en los mensajes intimidatorios atribuibles a estructuras delincuenciales. Pedimos a la comunidad que se abstenga de reproducir los panfletos y sus contenidos para evitar generar pánico generalizado”, comunicó la autoridad en dos puntos.
Además informó que se mantenía “una comunicación constante con los directivos del centro asistencial, quienes manifiestan que están operando con normalidad”.
Y repitió que desde el sábado “se mantiene una vigilancia permanente con patrullas mixtas de Policía y Ejército en el centro asistencial donde se encuentran los dos lesionados vinculados a la estructura criminal ‘Los Pepes’”.
Sin embargo, este martes 21 de enero circuló en redes un nuevo panfleto, firmado por una supuesta organización Bloque Resistencia del Caribe, al mando del comandante Gonzalo, que sugiere estar o pertenecer a ‘los Costeños’, atribuyéndose el atentado contra los hermanos Frías Castillo y además negó las “amenazas a los médicos y enfermeras de la Clínica La Merced”.
“También se le reitera que es completamente falso las amenazas a los médicos y enfermeras de la clínica La Merced ya que tenemos claro que ellos sólo están haciendo su trabajo, el cual se les respeta ya que así como ellos a cualquiera de nosotros también nos pueden ayudar”, fija el impreso que, hasta ahora, no se sabe si es real o al menos no ha tenido el mismo impacto como para que la Policía Metropolitana se refiera al mismo.
Los hermanos Frías
Dionisio Frías Castillo, alias Gordo 40, y Danny, su hermano, tendrían al menos 10 años en el crimen o en radar de las autoridades.
Empezaron con una pequeña pandilla conocida como ‘los 40 Negritos’, llamados así por el color de piel de los primeros jóvenes que la integraron.
La pandilla empezó en El Ferry, pero luego extendió su accionar criminal hacia diferentes barrios, incluso de Soledad.
Extorsión, tráfico de estupefacientes y sicariato fueron los delitos que hicieron dar un nombre a Danny y a su hermano en el hampa local.
Llegaron a tener más de 40 delincuentes a su mando, y las extorsiones y el manejo criminal de la estructura se trasladaron a toda la localidad Suroriente.
Con el crecimiento de la pandilla llegaron también las divisiones por diferencias con la repartición del dinero producto de los hechos criminales.
De los 40 Negritos surgieron ‘los Papalópez’, que, según las autoridades se creía desintegrado, pero ahora, aparentemente, tomó fuerza y se han atribuido hechos recientes en la localidad Suroriente.
En agosto de 2014 la Policía Metropolitana divulgó un cartel con ‘los 25 más buscados’ en Barranquilla, en el que figuraba Dionisio Enrique Frías Castillo, alias Gordo 40.
Para aquel momento continuaba bajo el mando de ‘los 40 Negritos’, pero después de algunos años empezó a sonar entre investigadores su cercanía con ‘los Costeños’ de Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias Castor.
Incluso, en abril de 2022, fecha en que el Grupo Gaula de la Policía Metropolitana detuvo nuevamente a los hermanos fue la misma autoridad la que señaló ambos habían sido “designados por Castor para que supuestamente comandaran ‘los Costeños’ y enfrentaran en ese momento ‘los Rastrojos Costeños’”.
No obstante, las autoridades indicaron que estos ahora habrían hecho tolda aparte de Castor y se aliaron con su enemigo Digno Palomino Rodríguez, quien desde la cárcel comanda ‘los Pepes’ junto con familiares.
¿Una guerra?
Las autoridades están alerta con lo que pueda pasar a raíz del atentado contra los hermanos Frías Castillo.
La localidad Suroriente, zona en la que ejercen dominio Gordo 40 y su hermano, contabiliza cinco asesinatos en enero y al menos tres tendrían conexión.
Fuentes judiciales insisten en que estos crímenes están asociados a esa guerra que libran estructuras delincuenciales por el dominio de las rentas criminales.
En el caso de Rebolo, en toda su extensión, existen disputas territoriales entre pandillas como los Carambola (apoyados por Gordo 40), Teletubbies y los Antiguos Panela, que suman muertos cada vez que ocurren.
Hay otros grupos de jóvenes como los K-13, los de la 14, los de la calle 12, que también se enfrentan por temas territoriales.
Y, por otro lado, en ese sector también está operando un grupo antiguo, que en estos momentos estaría aliado con ‘Los Costeños’, para el manejo del estupefaciente en las llamadas ‘ollas’.
En la parte de La Chinita sí hay una guerra abierta entre las organizaciones de los Papalópez y ‘los Costeños’, lo cual afecta a la comunidad porque “viene reclutando niños, adolescentes, que se preparan la extorsión y de los demás delitos en ese territorio”, aseguró la fuente.