Por Donald Santis Zúñiga
Los vecinos del barrio Montecristo, en la localidad Norte – Centro Histórico de la capital del Atlántico, se unieron desde hace unos días para exigir a las autoridades una intervención por un supuesto caso de abuso sexual contra una menor de edad que se presentó en una vivienda del sector y del que señalan como autor a un individuo que presta un servicio de inquilinato para migrantes venezolanos.
Moradores de la zona sostienen que el sospechoso, aprovechando esta situación de arrendador de habitaciones, habría abusado de las menores de las familias que residen en su propiedad.
Toda esta historia se desprende de una denuncia que salió a la luz a través de un video tomado el pasado jueves 11 de julio, en el que aparentemente se observa al propietario del lugar tocarse sus partes íntimas en frente de la víctima.
A raíz de eso, un colectivo local que apoya a las mujeres víctimas de abuso, llamado Flor de Marzo, se tomó las calles el sábado 3 agosto para protestar por los supuestos abusos.
“Todo esto surgió porque una de las niña que estaba viviendo arrendada con su familia en la casa del señor se dio cuenta que cada vez que ella entraba al baño comunitario, este la espiaba y le hacía actos obscenos. Por eso, ella decidió grabarlo y montarlo por las redes sociales…”, expresó una de las voceras del colectivo, quien habló con EL HERALDO.
La mujer también manifestó que falta más “acompañamiento por parte de las autoridades” y “mano dura contra los abusadores de niños”.
A su vez, con mucha impotencia relató que el supuesto abusador tiene un proceso judicial abierto por abuso y que ya había estado preso por el mismo delito. Pese a eso, sigue en libertad y ahora huye.
Y concluyó: “Lo que más me causa enojo en toda esta historia es que han pasado tantas entidades, pero estas nunca le han dado la atención suficiente a este caso en específico. Como residente de este barrio también siento indignación y preocupación”.