Un trabajo doble adelanta la Fiscalía General de Nación y la Policía Nacional en torno a la búsqueda de los comercializadores ilegales del medicamento de uso hospitalario llamado fentanilo, el cual es usado masivamente por redes criminales para aplicárselo a una potente droga sintética o a un mortal coctel que varía en sus nombres dependiendo adonde se comercialice.
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Así lo menciona Gustavo Alfredo Montaña Montoya, quien asumió el reto hace poco de director seccional de Fiscalía en Atlántico luego de desempeñarse como jefe de la seccional Cauca de la Fiscalía, una zona con complicada situación de orden público por presencia de las disidencias de las Farc.
Es doble la misión, según Montaña, porque se habla inicialmente de los operativos para detectar el tráfico ilegal del producto de uso hospitalario, pero también en el rastreo de las drogas que se fabrican a partir de su uso ilegal.
Y en esa línea sostiene que hoy se avanza en permanentes capacitaciones a los peritos del CTI de todo el país, especialmente a los químicos de la Fiscalía y de Policía Judicial Sijín, 'para que ellos conozcan cómo son las sustancias psicoactivas, cómo se están ingresando al país, cuáles son los equipos adecuados para realizar las pruebas de espectrometría que se realizan por parte de los servidores e igualmente cómo es el manejo seguro de este tipo de sustancias y para que nosotros seamos más efectivos en la identificación de estas sustancias'.
Explica que con el fentanilo farmacéutico se está elaborando un fentanilo ilícito que termina en drogas sintéticas como es el famoso Tusi o cocaína rosada, por su color, pero que ahora también se vende en polvo morado o color cemento. Y agrega que el mercado en términos de drogas ilícitas es tan amplio que hoy también los criminales dedicados a este negocio usan otros fármacos como el tramadol y la metadona, entre otros, para potencializar las fórmulas químicas que caben en una ‘bolsita’ o dosis del alucinógeno.
'También existen o que los están utilizando para fabricar los ácidos, para fabricar los LSD que son este tipo de opioides o con los que las personas se están drogando actualmente', dice.
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La semana anterior se registró en Barranquilla la captura de un supuesto domiciliario, identificado como Ronald Manuel Mendoza Gutiérrez, de 40 años, por portar entre sus pertenecías dos ampolletas de fentanilo.
Al hombre se le fue legalizada la captura y posteriormente un fiscal le imputó los delitos de tráfico de estupefacientes; sin embargo, un juez con funciones de control de garantías lo dejó en libertad, pero vinculado a la investigación, pues este hombre no registraba antecedentes judiciales, entre otros detalles.
Este medio conoció que el procedimiento de captura del hombre se dio en el barrio Ciudadela 20 de Julio, en el que, al parecer, estaba expendiendo drogas sintéticas, acción de la que se habrían percatado los uniformados del cuadrante que pasaba por el sector, solicitándole una requisa.
El vinculado al proceso supuestamente manifestó que dicho medicamento se lo iba a llevar a una mujer que era 'farmacodependiente'. No obstante, este no tenía ninguna orden, ni permiso para portarlo, por lo que lo detuvieron.
Sobre el particular, el fiscal Montaña la detención de esta persona abrió el camino para que las autoridades locales empezaran a fortalecer las investigaciones frente al comercio ilegal del opioide.
'Ante el hallazgo no solamente de Barranquilla sino en varias ciudades del país, la Fiscalía ha priorizado este tipo de investigaciones. Desde el despacho del señor fiscal (Francisco Barbosa) con el fin de que seamos más efectivos en la judicialización, de que investiguemos si existen grupos de delincuencia organizada dedicados al tráfico de fentanilo, el que es hospitalario, el que es utilizado como analgésico y los que son creados también para fabricar estas pastillas', define.
Así mismo, el fiscal seccional insiste en que ya 'se está trabajando en identificar estos grupos con base en la última captura que hicimos, pues seguiremos trabajando para verificar este ciudadano dónde obtuvo esta sustancia, que es una sustancia controlada, que no la puede llevar cualquier persona y menos sin el protocolo. De dónde la obtuvo, cómo llegó a sus manos, por qué se la estaba entregando otra persona, si su intención era comercializarla y lucrarse de ello, ese es el trabajo que está haciendo actualmente la Fiscalía en Barranquilla y a nivel nacional'.
Judicializaciones
El mes anterior, el director de la Policía Antinarcóticos, general Alejandro Zapata, expresó en declaraciones a un medio nacional que se buscaba con el Gobierno tipificar como delito hechos relacionados este medicamento que está siendo desviado con fines ilegales. Incluso, basado en su declaración, reconoció que en la actualidad no se contaba con herramientas jurídicas para castigar el tráfico de fentanilo. 'En este momento no está penalizado, no está categorizado como un delito', dijo el oficial.
Es de resaltar que durante el año 2022 la Policía Nacional logró la incautación de 1.439 ampolletas de fentanilo en todo el país, y en lo corrido del año 2023 se han incautado 1.281 ampolletas. Y solo en la ciudad de Medellín se han incautado 381 ampolletas en 5 casos realizados en el presente año y en el resto del país se ha registrado incautaciones en los departamentos de Sucre, Risaralda, Antioquia, Bolívar, Valle del Cauca y Norte de Santander.
En ese sentido, el representante de la agencia fiscal señala que actualmente el tráfico de fentanilo sí está consagrado en la ley penal como delito. 'Esa consagración está prevista en el artículo 376 del Código Penal colombiano que nos habla del tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. Allí nos dice la ley penal que el que sin permiso de autoridad competente introduzca al país, transite, transporte, lleve consigo, almacene, conserve o elabore o venda u ofrezca algún tipo de sustancia estupefaciente, psicotrópica o drogas sintéticas, quebrantará ese delito e incurrirá en prisión de 128 meses a 360 meses y multa en cuantía de 1.300 salarios mínimos a 50.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes'.
Agrega además que sobre esas sustancias, el Ministerio de Salud y Protección Social en el año 2020, 'ante la proliferación de drogas sintéticas y de sustancias prohibidas, expide una resolución 315. Allí se reglamentan o se actualizan los listados de los estupefacientes de esos precursores o sustancias que son sometidas a fiscalización por parte del Estado y que son como clasificadas como de monopolio del Estado. Es decir, esos son medicamentos de un control especial para el consumo humano y, por esa razón, el Ministerio de Salud los incluye en un listado donde reglamenta cómo va a ser su comercialización, cómo va a ser la venta de este tipo de productos. Allí se incluye al fentanilo como una sustancia prohibida'.
Para el fiscal existe un desconocimiento por parte de los funcionarios de policía judicial, de los fiscales, de los ciudadanos de que este tipo de sustancias están siendo utilizadas para drogarse por parte de las personas. 'En ese sentido la Fiscalía y la Policía Nacional y el CTI actualmente está capacitando a peritos en esas nuevas sustancias psicoactivas, en esas drogas emergentes, enfocándose a la identificación y al manejo seguro de este tipo de sustancias. El fentanilo es una sustancia altamente nociva para la salud, esta sustancia si no se maneja con el cuidado adecuado, si no se maneja con el protocolo adecuado, puede causar la muerte de las personas, puede no solamente drogar a un ser humano sino que puede causar su muerte a través de la inhalación, a través también del consumo, de la ingesta, incluso por los poros de la piel', advierte.
Tres vías
Hernando Herrera Mercado, director de la Corporación Excelencia en la Justicia, CEJ, coincide con lo expuesto por el fiscal Montaña.
'Yo creo que la justicia y el sistema jurídico penal sí tiene herramientas para luchar contra ese delito. Primero, porque ello hace parte específicamente de la misma tipicidad que tiene lo que se denomina la comercialización y tráfico de estupefacientes. Esta droga sintética, por supuesto, tiene su especialidad, pero puede válidamente ser perseguida mediante la utilización de estos delitos que ya hacen parte desde hace muchos años de nuestra legislación', opina.
De otro lado, establece que la lucha de se debe dar por tres vías: primero, debida persecución policial en cuanto a las redes de tráfico de esta sustancia. Segundo, también, luego de ello, judicialización y condena oportuna de las personas que delincan a ese respecto. Y tercero, utilización de herramientas como la extradición en el marco de la cooperación judicial internacional para una represión más efectiva de este nuevo flagelo.
Del otro lado
En Colombia el uso de opioides (analgésico y preanestésico) ha ido en aumento, dijo a EL HERALDO Senith Beleño, toxicóloga.
'Hay uno agudo y uno crónico: el primero es algo en corto plazo y allí podemos hablar de un consumo de estas drogas en altas cantidades que te puede conducir directamente a la muerte, porque estos opioides actúan en el Sistema Nervioso Central afectando los centros respiratorios por lo que la persona deja de respirar y de allí su mortalidad. Por ello la importancia que ante la sospecha de este evento sea llevado lo más pronto posible a un Centro de Salud. El riesgo crónico, que es a largo plazo, ya es cuando hay un tema de adicción y dependencia'.
La experta dio a conocer que 'tanto la heroína como el carfentanilo y el fentanilo comparten todos una misma propiedad química, tienen la misma estructura, pero cambian en unas pequeñas cosas a niveles químicos, y al hacer esos pequeños cambios adoptan otros nombres y el efecto va a variar, entre más potente y menos potente. Por ejemplo, el fentanilo es 100 veces más potente que la heroína, aunque su estructura sea muy parecida'.
A su vez, Beleño manifestó que existen dos procesos ligados a estas sustancias: 'Hay uno agudo y uno crónico: el primero es algo en corto plazo y allí podemos hablar de un consumo de estas drogas en altas cantidades que te puede conducir directamente a la muerte, porque estas sustancias actúan en los centros respiratorios y en los centros cardiacos y lo deprimen; es decir, que disminuyen su función, entonces la persona deja de respirar y el corazón les deja de latir, comprometiendo la vida. El riesgo crónico, que es a largo plazo, ya es cuando hay un tema de adicción y dependencia'.
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En ese sentido, la toxicóloga indicó que en el tema del uso médico ya es una cuestión muy controlada: 'Acá se aplican miligramos por kilogramo de peso. Los opioides en el ámbito médico son inductores de anestesia, sirven para las cirugías complejas, aquellas que despiertan mucho dolor en el paciente, y pues esto se aplica para que ayude al cirujano a trabajar sin que el paciente se queje. Es muy bueno cuando se usa bien'.
En esa misma línea, dio a conocer el procedimiento que siguen las entidades de salud al detectar un caso: 'Cuando llega un caso de intoxicación por Fentanilo, se maneja como cualquier caso de intoxicación. Llega la persona y es valorada en la Urgencia, determinamos qué tan grave es la situación. Cuando ya es confirmado el caso, se realiza una notificación desde la clínica, la cual escala a nivel distrito o departamental, en el caso donde ocurre, y de allí escala a nivel nacional'.
La experta contó cómo se determina si se está intoxicado o no: 'Se determina si el paciente está intoxicado, primero con la presencia de signos y síntomas que presenta el paciente al llegar a la urgencia para luego confirmarlo por laboratorios con muestras de orina y sangre además de análisis químico de la sustancia que se le encuentre al paciente es sus ropas o en el cuerpo'.
A EE. UU. colombiano por tráfico de Fentanilo
La Dijín de la Policía extraditó, por primera vez, a Estados Unidos a un colombiano por distribuir fentanilo entre 2017 y 2019 en los estados de Pensilvania y Nueva York. 'Después de un trabajo de cooperación policial, se logró materializar la primera extradición por parte del Gobierno del ciudadano colombiano Dabinsson Niño Meyer, desde Bogotá hacia los EE. UU.', detalló la institución.
Niño Meyer, junto con su organización, fueron responsables de distribuir grandes cantidades de fentanilo durante tres años en Estados Unidos, el país más perjudicado por la aparición de esta droga. El detenido deberá responder en Estados Unidos por los delitos de tráfico de drogas, distribución y posesión de fentanilo.





















