Lo que se anticipó como una alerta temprana de la Defensoría del Pueblo para la ciudad de Barranquilla y su área metropolitana, en términos de criminalidad, terminó materializándose.
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Parece que fuese una carta escrita después de los hechos. Una verdad contemplada en un documento realizado como 'recomendación' para las autoridades locales que culminó no en una alerta, sino en una realidad.
En el año 2020, la institución que promueve y protege los derechos humanos advirtió sobre escenarios de riesgo para la población civil relacionada con enfrentamientos y ajustes de cuentas entre las estructuras delincuenciales por el control de las economías ilegales y disputas al interior de las bandas criminales por el ascenso en las jerarquías.
El aviso de la Defensoría identificó que entre la población más vulnerable por la presencia y accionar de las estructuras armadas se encuentran los comerciantes formales e informales, tenderos, defensores de derechos humanos, miembros o líderes de organizaciones sociales y comunitarias, niños, niñas, adolescentes y jóvenes, entre otros.
El dosier brindado por la entidad dio a conocer que en la capital del Atlántico y sus municipios vecinos desarrollan su accionar ‘los Costeños’, el Bloque Central Renacer, ‘los Papalópez’ y Los Vega.
De esta forma, en el escenario de riesgo advertido en la alerta temprana convergen factores como los enfrentamientos, reacomodos de equilibrio y ajustes de cuentas entre las estructuras delincuenciales por el control de las economías ilegales a través de homicidios. Lo cual se ha visto reflejado en la actualidad en los asesinatos a bala selectivos en la ciudad y los municipios aledaños, mismos que al final son relacionados por la misma Policía con el móvil del 'ajuste de cuentas por control del territorio para la venta de droga'.
Dentro del mismo rubro de la reestructuración interna de las bandas existen castigos ejemplarizantes como los desmembramientos de cuerpos y ejercicio de la violencia no solo contra los miembros del grupo adversario, sino contra sus familiares. Casos puntuales ocurridos en Barranquilla, como el de Ángelo Cerra Jaimes, asesinado y posteriormente descuartizado en un hotel del barrio Ciudadela 20 de Julio, en el mes de junio; y en Sabanalarga, en el mes de noviembre, esta vez en el interior de un hotel donde fue mutilado José Daniel Castillo Querales, alias Yanbi. Ambos crímenes están vinculados a ‘los Rastrojos’: el primero a los ‘Costeños’ y el otro a los ‘Caleños’.
A su vez, un nuevo caso de una persona mutilada se registró en Barranquilla entre la noche de este jueves 27 de abril y la mañana del viernes, cuando fue hallado, en inmediaciones del barrio La Luz, el cadáver desmembrado de un hombre. Primero su cabeza y luego el resto del cuerpo.
Si bien Medicina Legal no ha identificado a la víctima, las autoridades policiales tienen la hipótesis de que se trataría de Amaury Antonio Barraza Acosta, alias Peluca, presunto extorsionista de ‘los Costeños’, puesto que en la escena hallaron su cédula. Este medio conoció que ‘Peluca’ había sido capturado en 2013 por extorsión.