Compartir:

Los licores que más se adulteran son el aguardiente y el whisky, los de mayor consumo entre las personas cuando de festejar se trata.

Luego de que el INS reportara recientemente que la temporada de Navidad y Año Nuevo dejó en el país el saldo trágico de 49 personas muertas por ingesta de licor adulterado, específicamente aguardiente y whisky, 44 víctimas en Bogotá y 5 en Soacha del 22 de noviembre de 2022 al 14 de enero de 2023, hoy los trabajos de las autoridades se centran en las fiestas del Carnaval en Barranquilla, el escenario perfecto para los grupos criminales que se dedican a la elaboración artesanal de bebidas embriagantes.

En ese sentido, además de los permanentes controles que realiza la Policía Metropolitana para garantizar la seguridad de los barranquilleros y los foráneos en los diferentes eventos, las estrategias también están encaminadas a ejercer controles para evitar la comercialización de licor adulterado en establecimientos comerciales.

Es por ello que investigadores, adscritos a la Unidad de Delitos Contra el Patrimonio de la Sijín, ejecutan sorpresivos operativos a diferentes sitios de comercio de bebidas embriagantes para verificar el origen y, más allá, el contenido de los licores que se despachan a los clientes.

La autoridad recuerda que para estas fechas festivas se incrementa la venta del licor adulterado o llamado coloquialmente ‘trago chimbo’, lo que perjudica o pone en riesgo la salud de la ciudadanía.

'Los controles a los puntos de venta son permanentes y sorpresivos, pues así conseguimos decomisar el mayor número posible de licor adulterado. En esta época lo que más venden chimbo es el aguardiente, por lo económico y lo fácil que resulta elaborarlo, y porque es el que más consume la gente', detalla la Policía.

El año anterior, de acuerdo con reportes de la Policía Nacional y la Unidad Fiscal y Aduanera (Polfa), en desarrollo del plan operacional ‘San Pedro Claver’, se logró la incautación a través de 58 mil operativos de más de 11.500 botellas de licor adulteradas y de contrabando, mercancía avaluada en 541 millones de pesos aproximadamente.

Según la autoridad, la mercancía presentaba inconsistencias de tipo documental y en la autenticidad de las estampillas, y en algunos casos registraban anomalías de turbidez del licor y de la reutilización de envases para su producción.

En el caso de Barranquilla se decomisó licor fraudulento en una cantidad que tuvo un cálculo en pesos de unos 95 millones.

Sin embargo, en ciudades como Bogotá se destruyeron 47 toneladas de licor adulterado y de contrabando, solo en el mes de diciembre del año anterior.

Línea de investigación

El general Juan Carlos Buitrago, ex director de la Policía Fiscal y Aduanera, propone que además del trabajo de desarticulación de las estructuras criminales dedicadas a este tipo de delitos y las campañas de prevención y pedagogía hacia los consumidores, se debe atacar la cadena de tráfico de licor adulterado por el eslabón de los negocios expendedores.

'Se debe establecer si efectivamente el dueño y el administrador de ese establecimiento comercial hacen parte de esa cadena de adquisición, almacenamiento y distribución o comercialización de este producto de origen ilegal. Eso tiene una responsabilidad de tipo penal. O si otro empleado del establecimiento hace parte de esa cadena criminal, de una cadena de negocio ilícito, se debe abrir una investigación desde el punto de vista penal, administrativo y policial con autoridades municipales, entes de control, para establecer irregularidades'.

De esa manera, según el experto, podría reducirse el comercio de este tipo de bebidas y, en paralelo, se protege la vida de los consumidores.

Capturas de integrantes de dos bandas

La Policía y la Fiscalía, en labores conjuntas, desarticularon el año anterior dos bandas dedicadas a la comercialización del licor adulterado en la capital del Atlántico y en otras zonas del país.

El primer golpe se dio en el mes de abril cuando cayeron seis integrantes de los ‘Balco’, entre estas dos mujeres que usaban fajas adheridas al cuerpo donde camuflaban botellas del producto adulterado para ingresarlas a los recintos donde se llevaban a cabo los eventos masivos.

El licor comercializado se elaboraba en una vivienda del sur de Bogotá. Luego, en el mes de diciembre, el ente investigador informó sobre la detención de ‘los Químicos’, estructura falsificadora de whisky, ron, vodka y aguardiente que se vendía en Barranquilla y Bogotá.