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En tiempo récord las autoridades judiciales en Barranquilla lograron identificar a los responsables del crimen de dos taxistas en medio de atracos que ocurrieron en Puerto Colombia y Soledad, el 8 y 9 de diciembre respectivamente.

Las víctimas fueron identificadas como Álvaro Iriarte Morales, de 45 años, y Javier Gregorio Molinares Meza, quienes fueron asesinados a bala y golpes en medio de los robos.

En medio de las pesquisas, los investigadores judiciales sostuvieron que fueron tres jóvenes, entre ellos un menor de edad, los que cometieron estos hechos en medio de una noche de rumba.

La información la conocieron luego de que Jhosier Jesús Mieles Orozco, alias el Gago, de nacionalidad venezolana, pero quien tiene cédula de ciudadanía expedida en Soledad y con residencia en el barrio Nuevo Milenio del mismo municipio atlanticense, se entregara, tras ser señalado como uno de los presuntos homicidas y contó detalles del caso.

Mieles Orozco rindió un interrogatorio el pasado 10 de diciembre en las instalaciones de la URI de Soledad. El capturado, en calidad de indiciado, contó a funcionarios de Policía Judicial la forma cómo él, Wilker José Contreras Ulloa y alias el Pollo asesinaron a los dos taxistas.

El señalado delincuente dijo que en la Noche de Velitas, siendo las 7:00 p. m., salió de su casa con rumbo a la estación de servicios ubicada cerca del lugar de su residencia, pero que en el camino se encontró con un amigo al que le dicen ‘Jose’, a quien le contó que se iba a encontrar con otro amigo al que apodan ‘el Pollo’, con el que en la mañana había acordado juntarse en la bomba de gasolina para 'camellar' (atracar).

Una vez en el sitio de encuentro empezaron a tomar cervezas. 'Como me habían pagado pues tenía plata para mandarme las cervezas, también compramos unas botellas de cocoanís y consumimos drogas, yo consumo ‘perico’; ‘el Pollo’ y ‘Jose’ sí consumen de todo. Ese día yo me tomé media pepa de clonazepam y ‘el Pollo’ con ‘Jose’ sí se tomaron varias pepas', dijo.

Asegura ‘el Gago’ que estuvieron tomando en ese lugar hasta las 4 de la mañana del 8 de diciembre. Luego se pusieron de acuerdo para ir a playa a ver qué podían ‘camellar’ (atracar) debido a que no tenían más dinero, solo 5 mil pesos con los que compraron una ‘panchita’ de cocoanís y se fueron caminando desde la bomba hasta el puente de la Murillo.