De la muerte de Jairo Martínez Mathiu se dieron cuenta sus vecinos. A los 71 años, el hombre convivía en su casa —convertida en residencia— en el barrio Mesolandia, de Malambo, con varios inquilinos que aseguran haberlo encontrado sin vida en su habitación, en la mañana del sábado.
En su momento, los testigos dijeron a las autoridades y a los familiares del hombre que había fallecido de manera voluntaria; sin embargo, su hija Mónica Martínez aseguró a medios de comunicación que no da por cierta la versión de suicidio que ronda la muerte del adulto mayor que, según dijo, se dedicaba a la venta de periódicos.
'Ellos avisaron a eso de las 10 de la mañana (del sábado) que lo habían encontrado muerto, que se había ahorcado (…) pero esa versión es bastante extraña, porque el cuerpo tenía la cabeza partida y el piso estaba ensangrentado', dijo Mónica.
La mujer explicó que en la vivienda en la que residía su padre se alquilan habitaciones temporales, algunas por noches, a personas de todo tipo, y que él era el administrador de la residencia, lo cual le había llevado a tener inconvenientes con algunos inquilinos que, según apuntó, no pagaban a tiempo la renta de la habitación.
Así mismo, Mónica añadió en entrevista con un medio de comunicación que su padre, de avanzada edad, ya no tenía la fuerza suficiente para atentar contra su vida, por lo cual piden a las autoridades trabajar en el caso para esclarecer el fallecimiento del hombre.