Usualmente, en una morgue hay varios cadáveres, pues a diario mueren decenas de personas por distintas causas. Es lo normal. Sin embargo, desde hace un par de semanas, cuando se importó al país una nueva causa de muerte, las cosas ya no son 'normales' y el entrar a un depósito de cadáveres se ha convertido en un desafío que, por cuenta del coronavirus, puede llegar a ser mortal.
Esto ha estado rondando en la cabeza de varios miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía en el Atlántico, según informó una fuente de la institución a EL HERALDO.
Si bien los peritos están acostumbrados a ingresar confiados a las morgues hospitalarias, hoy han manifestado que temen hacerlo, pues la amenaza de coronavirus permanece patente y no siempre se toman las precauciones y medidas sanitarias que resultan vitales, aún después de la muerte.
La mayor alerta es porque el virus permanece vivo en los cuerpos y se puede transmitir, aún después de la muerte.
Uno de los peritos que dialogó con este medio –quien prefirió reserva de su identidad– aseguró que en más de una ocasión han tenido que inspeccionar cadáveres de personas que antes de fallecer habían presentado síntomas de la COVID-19, y que estos no habían sido embalados propiamente.
En una oportunidad, contó, tuvieron que ir hasta la morgue de un hospital de la red pública a inspeccionar el cadáver de una persona que falleció por caída de altura y, según conocieron posteriormente, en el lugar había otros dos cadáveres de personas de las que sospechaban podían tener el virus.
'Cuando llegaron, se pusieron en contacto con los encargados del lugar dispuesto para tener los cuerpos en el centro asistencial. Ellos dijeron que además de la persona a la que iban a recoger, también había dos casos de fallecidos que posiblemente tenían coronavirus, pero nadie confirma nada. Por eso nosotros estamos temerosos', dijo la fuente.
Aseguró el miembro del CTI a EL HERALDO que en el momento en que se encontraban haciendo la inspección, no tuvieron las precauciones exigidas por Minsalud en casos de muertes por COVID-19 y, además, no les avisaron que había sospechas de la presencia del virus.
'No podemos afirmar que tuvieran o no la enfermedad, pero sí que tenían los síntomas y nosotros llegamos pensando que eran otras causas. Utilizamos los elementos de salubridad en todos los casos, pero en este tipo de situaciones es mejor extremar las medidas, pero si no sabemos, entonces nos cogen con las manos abajo', dijo, asegurando que los cuerpos no tenían ningún tratamiento especial en los centros hospitalarios.
Cabe destacar que, según un documento expedido por el Ministerio de Salud sobre el manejo, traslado y disposición final de cadáveres por COVID-19, existen ciertas medidas a tener en cuenta para el manejo de cuerpos con causa de muerte probable o confirmada por coronavirus. Una de estas medidas es que los prestadores de servicios de salud deben colocar el cadáver en doble bolsa específica para cadáveres de 150 micras o más de espesor, resistente a la filtración de líquidos. Así mismo, realizar la desinfección de ambas bolsas previamente al traslado según se explica más adelante.
'Todo el personal que interviene en el manejo, traslado y disposición final de los cadáveres asociados a la infección, deberán cumplir las normas de bioseguridad', dice otra parte de la guía de Minsalud,
Según miembros del CTI, lo único seguro en esos casos es que 'no se están tomado las medidas necesarias' y que por ello se hará una reunión entre la Secretaría de Salud del Distrito y Policía Judicial para tomar los correctivos necesarios.